Las comidas pueden ser fuente de ansiedad

Navidad y trastornos alimentarios: cómo ayudar a nuestro familiar con un TCA durante las fiestas

Las personas que sufren trastornos alimentarios pueden vivir una auténtica pesadilla durante las fiestas navideñas por las comidas y cenas en familia. Para evitar aumentar su estrés es importante no presionarles para comer y evitar los comentarios sobre el peso.

Durante varios años, Joel veía con temor que llegasen las Navidades. Unas fechas, recuerda, que le generaban "muchísima ansiedad". "Empezar a rascarme por todo el cuerpo porque me producía picores, temblores e incluso llegar a llorar", recuerda. Sufrió bulimia entre los 14 y los 16 años y, después, anorexia. Trastornos alimentarios que pueden agravarse durante estas fechas en las que se suceden las comidas y cenas familiares.

Pepi Aymat, presidenta de la Asociación Para La Defensa De La Atención A La Anorexia Nerviosa (Adaner), explica que para los pacientes "el comer es terrible", "una tortura". "Y saben que tienen que estar comiendo, cenando y además con una cantidad en su entorno", apunta.

Estefanía también sufrió un trastorno alimentario desde los 24 a los 26 años. También para ella la Navidad era una época complicada: "Yo sabía que iban a estar más atentos a mí, a observarme, a decirme 'come'. Y, claro, lo pasas fatal cuando las demás personas te dicen 'come, come, come'". Ahora, ya recuperada, ayuda a través de sus redes sociales a otras personas que puedan estar pasando por lo mismo y aconseja a las familias que "no les metan presión" a las personas con trastornos de la conducta alimentaria.

Precisamente en el entorno está la clave para ayudar a que puedan superarlo. En este sentido, la psicóloga de Adaner Marian Fernández aconseja que las fiestas navideñas no se reduzcan a las comidas: "Podemos hacer otras actividades y que no se sientan esas dos semanas como solamente comida", explica.

Los expertos recomiendan también evitar sobremesas muy largas y verbalizar las posibles preocupaciones. Aymat sugiere "que lleguen a un acuerdo familia y afectados a ver qué es lo que podrían sacar a la mesa sin que se angustien demasiado".

Otro aspecto fundamental pasa por controlar el lenguaje, evitando las alusiones al peso o el físico. "No hay necesidad ninguna", incide Joel, de hacer comentarios como "estás más delgado" o "parece que has cogido peso". Son pequeños gestos que suponen un gran avance en la recuperación, especialmente en estas fechas.

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