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PANDEMIA DEL COVID-19

Los neumólogos recomiendan no fumar en las terrazas y espacios públicos porque aumenta el riego de contagio

Al exhalar el humo se expulsan gotitas que, aunque diminutas, pueden transportar el coronavirus. Además, implica retirarse la mascarilla obligatoria, lo que aumenta la posibilidad de infectarla.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) lanza una importante advertenciaen medio de la desescalada: fumar o vapear en espacios al aire libre como terrazas o parques aumenta el riesgo de contagio de coronavirus. Y esto es algo que afectaría tanto a los propios fumadores como al resto de personas que les rodean.

Por ello, los expertos recomiendan que durante este proceso de desconfinamiento los espacios abiertos y cerrados sean "libres de humo". La explicación está en que al exhalar el humo, sea de tabaco convencional o de dispositivos electrónicos, se expulsan "diminutas gotitas que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosa", tal y como informa en un comunicado el presidente de Separ, el doctor Carlos Jiménez-Ruiz.

Las gotitas respiratorias, llamadas gotitas de Flügge, son partículas enanas, que aunque no puedan ser apreciadas por el ojo humano se expulsan al hablar, al toser, al estornudad o al respirar.

Estas gotitas pueden transportar gérmenes infecciosos de un individuo a otro; pueden permanecer hasta 30 minutos en el aire en suspensión y pueden alcanzar dos metros de distancia, lo que facilita su entrada en las vías respiratorias.

Al fumar, además, "es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio". A esto se le suma otro riesgo que tiene que ver con el uso obligatorio de mascarillas. Para poder fumar hay que retirarla, y al tocarla se aumenta el riesgo de infectar esta mascarilla que se debe llevar el resto del tiempo.

El COVID-19 fecta más a los fumadores

Además, los expertos aseguran que el coronavirus es "mucho más grave" en los fumadores, según el estudio "Fumar en tiempos del COVID-19", elaborado por la Separ y la Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT), la Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias (La Unión) y otras Sociedades científicas latinoamericanas.

Las sustancias tóxicas del humo del tabaco disminuyen las defensas de los pulmones, lo cual facilita que los virus y las bacterias puedan infectar estos órganos. Las células pulmonares de los fumadores son además especialmente susceptibles a ser infectadas por el SARS-Cov-2.

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