EN UN VUELO QUE SALIÓ LA TARDE DEL MIÉRCOLES
Los niños españoles que se quedaron tirados en el aeropuerto de Bristol por un vuelo de EasyJet regresan a Madrid
Los alumnos del colegio Adolfo Suárez de Madrid ya están en España después de haberse quedado tirados en el aeropuerto de Bristol por los problemas técnicos en un vuelo de easyJet. Tras más de 26 horas de odisea, por fin han podido reencontrarse con sus padres.
Los 55 niños madrileños que no pudieron regresar a España desde Bristol (Reino Unido) por un fallo técnico en el avión de easyJet que debía traerlos de vuelta, ya están de están de vuelta tras esperar finalmente en un hotel a la espera del vuelo.
Se trata de un grupo de alumnos del colegio público Adolfo Suárez, en el barrio de Sanchinarro, que se encontraban en el país británico para realizar un programa de inmersión lingüística, según han explicado fuentes del centro.
Fuentes de la aerolínea británica, que lamenta que los niños no pudieran coger su vuelo por problemas técnicos, han explicado que, desde el primer momento, intentaron buscar alojamiento para los pasajeros, pero no pudieron debido a la poca oferta en la zona próxima al aeropuerto.
En la misma línea, señalan que, ante la imposibilidad de encontrar un hotel para alojar a los niños, facilitaron una habitación en el aeropuerto, con camas y comida "para hacer su estancia lo más cómoda posible". Sin embargo, los propios afectados narraron cómo tuvieron que dormir sobre colchones, con frío y comiendo alguna hamburguesa de un establecimiento del aeropuerto.
Por su parte, la asociación de consumidores Facua ha anunciado que ha denunciado la situación vivida por los niños madrileños ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Según la asociación, tanto Lenfex, la agencia que gestionó el viaje, como easyJet "se lavaron las manos" y no dieron ninguna solución a los pasajeros afectados.
Por ello, Facua ha pedido a la AESA que "realice los trámites que sean precisos" para que la aerolínea ofrezca una indemnización y ha solicitado a la agencia que coordine con las autoridades británicas el inicio de un expediente sancionador contra la empresa.