No cesa la actividad del volcán
Un nuevo terremoto de magnitud 5 sacude La Palma
A pesar de que la actividad sísmica ha bajado en la isla, todavía hay fuertes terremotos como este, a casi 40 kilómetros de profundidad.
La isla de La Palma ha vuelto a temblar este sábado con un terremoto de magnitud 5.0 que se ha sentido también en La Gomera y Tenerife. Registrado a las 06:56 horas al suroeste de Villa de Mazo y a una profundidad de 38 kilómetros, se ha sentido con una intensidad máxima de IV-V en numerosos núcleos de población.
No obstante, durante la mañana de este sábado se han registrado menos de una decena de seísmos en la isla y la víspera se detectaron un total de 39, lo que viene a confirmar el descenso de la actividad sísmica observada por los científicos. Una bajada en la sismicidad, que ha pasado de los 250 terremotos diarios a menos de 50, que podría hacer pensar que la actividad del volcán "disminuye en algunos aspectos", según explica Juan Vicente Cantavella, sismólogo del IGN.
Sin embargo, los expertos insisten en un mensaje de prudencia: Raúl Pérez, geólogo de emergencias del IGME-CSIC, afirma que "la tendencia es hacia abajo, pero vamos a seguir sufriendo pulsos más intensos". Además, las cifras de emisión de dióxido de azufre siguen siendo muy elevadas, oscilando entre las 7.000 y 21.000 toneladas diarias.
En cuanto a la calidad del aire, las estaciones de medición solo dan cuenta de un nivel desfavorable en Los Llanos, debido a las partículas en suspensión. Pese a ello, Pérez recuerda que durante la erupción se ha visto cómo "las nubes de dióxido de azufre, en función de la meteorología, bajaban siguiendo la topografía hacia la zona de las Manchas". Este sábado, las autoridades han prohibido el acceso a las zonas de costa a recoger enseres y regar en Fuencaliente.
Según el informe diario del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), las coladas de lava se mantienen estables, con una emisión continuada por los mismos cauces que en días anteriores. Asimismo, continúa la ampliación del segundo delta lávico. Se estima que la superficie afectada por la lava alcanza las 1.009,43 hectáreas.
Mientras, las fajanas creadas por el volcán de Cumbre Vieja siguen ganando terreno al mar tras unirse entre sí y a la antigua fajana del volcán de San Juan: con casi 40 hectáreas adentrándose en el océano, la fajana tiene ya más de un kilómetro de ancho y se adentra en el mar más de 500 metros. La playa de los Guirres, una de las más importantes de la isla para los surferos, ha quedado completamente sepultada debajo.