Tras la victoria de España

Oleada de críticas a Rubiales por el beso a Jenni Hermoso y sus gestos machistas en la final del Mundial

El presidente de la Federación Española de Fútbol besó a la futbolista en la boca durante la celebración del triunfo de la selección en el Mundial Femenino. Además, realizó gestos obscenos desde el palco.

En breve

Oleada de críticas a Luis Rubiales tras besar en la boca a la futbolista Jenni Hermoso sin su consentimiento durante la celebración de la victoria de la selección españolaen el Mundial femenino. Un comportamiento machista que múltiples voces de la política han denunciado, pidiendo la dimisión del presidente de la Federación Española de Fútbol, que además realizó gestos obscenos desde el palco.

La portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, ha pedido su dimisión a través de las redes sociales, donde ha denunciado que "este tipo de comportamiento sexista" es "intolerable" y "una vergüenza". Un mensaje que ha compartido la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz.

También el portavoz de Sumar Ernest Urtasun ha reclamado la dimisión de Rubiales, aseverando que "la imagen que ha trasladado al mundo es de un machismo repugnante" y "no puede quedar impune", y en la misma línea se ha pronunciado la portavoz de Feminismo de la plataforma, Elizabeth Duval: "Elbochorno machista no puede opacar la victoria histórica de hoy", ha reivindicado, sentenciando que "un comportamiento así es vergonzoso, violento e inaceptable".

Por su parte, la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, ha hecho hincapié en que Rubiales "no besaría a un hombre y no lo haría con alguien a quien considerara un superior". Lo ocurrido, ha aseverado, "es machismo y es abuso de poder". "Vendrán las justificaciones de siempre (es una broma, un gesto de cariño, etc.) pero lo ha visto el mundo entero", ha aseverado.

Desde el PSOE, Adriana Lastra ha aseverado a su vez que "lo de Rubiales no es una anécdota, es puro machismo". "No le quitéis importancia", ha instado, aseverando que "ya está tardando en disculparse y dimitir". Posteriormente, Lastra ha insistido en que Rubiales "es un impresentable que debería dimitir hoy mismo" por "su comportamiento inaceptable durante el partido, por creer que puede violentar a las jugadoras y que además es gracioso, y por insultar y vejar a medio país".

En la misma línea, el presidente asturiano, Adrián Barbón, ha incidido en que "no hay justificación posible para un beso no deseado". "Es una absoluta falta de respeto y un abuso que ni el momento, ni la euforia, ni la alegría justifica", ha remachado.

También el ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, ha tachado lo ocurrido de "inaceptable": "Vivimos un momento de igualdad, un momento de derechos y de respeto hacia las mujeres. Todos hemos de ser especialmente cuidadosos en nuestras actitudes y nuestras acciones. Es inaceptable besar a una jugadora para felicitarla", ha manifestado en declaraciones a 'RNE'.

"Lo primero que debe hacer es dar explicaciones y presentar excusas", ha aseverado Iceta, que ha resaltado que "quienes tenemos responsabilidades públicas hemos de ser extremadamente cuidadosos porque estamos dando un mensaje a la sociedad".

Rubiales tacha las críticas de "gilipolleces"

La escena se produjo durante la entrega de medallas, cuando el presidente de la Federación abrazó a la futbolista y, posteriormente, le sujetó la cabeza, plantándole un beso en la boca. Posteriormente, la propia Hermoso comentó el momento en un directo desde el vestuario: "Eh, pero no me ha gustado", afirmaba. "Pero, ¿y qué hago yo? Mírame, mírame a mí", agregaba.

Posteriormente, Rubiales se ha defendido de las críticas en declaraciones a la cadena radiofónica 'COPE', donde ha justififcado el beso como "un pico de dos amigos celebrando algo" y ha pedido no hacer caso "de los idiotas y de los estúpidos". "No estamos para gilipolleces", ha afirmado incluso. "Más gilipolleces y más tontos del culo no (...). Ni me comentéis cosas de pringaos que no saben ver lo positivo", ha insistido.

No es el único gesto polémico que dejó Rubiales en la final: desde el palco, desde donde vio el encuentro junto a la reina Letizia, la infanta Sofía y al presidente de la FIFA, festejó el título llevándose la mano a la entrepierna.

laSexta/ Sociedad/ laSexta