Los guiños eran necesarios
Escenas prohibidas y dobles sentidos, o cómo la censura ocultó al colectivo LGTBI en el cine y la música
Hasta los años 90 los personajes LGTBI eran prácticamente una quimera en el mundo del cine.
"¿Consideras que comer ostras es moral y caracoles inmoral?", esta aparentemente simple conversación culinaria se eliminó de la película 'Espartaco' (1960) y hasta décadas después no salió a la luz. El fragmento censurado se encontró olvidado en los almacenes de Universal en 1991.
La breve escena no pasó el código moral de la época en un momento en el que para hablar de homosexualidad tocaba leer entre líneas.
Precisamente eso es lo que había que hacer al ver 'Río Rojo'. "Bonita arma la que lleva usted, ¿me permite verla?. Tal vez le interese ver la mía", aseguran los personajes de esta película de 1953.
Había que recurrir a los dobles sentidos para hablar de la homosexualidad porque entonces ser gay estaba sólo reservado para los malos de la trama.
Por eso el personaje de Paul Newman en 'La gata sobre el tejado de zinc' (1958) no podía ser homosexual en el cine. Mejor, impotente. Sin embargo, en la obra de teatro no ocurría lo mismo.
Como pasó en 'Queen Christina' (1934), una reina sólo podía dar un tímido beso a otra mujer si era Greta Garbo y lo hacía antes de la censura.
En el cine, hasta los años 90 no se normalizó la presencia de personajes LGTBI.
En el mundo de la música pasaba lo mismo, antes se ponía en voz de una mujer lo que no podía decir un hombre, como ocurrió con la canción 'Ojos verdes'. El compositor Rafael de León escribió el tema después de una reunión con Federico García Lorca y con Miguel de Molina. Los tres eran gays y los tres hablaron entonces de marineros de ojos verdes.
Pero no hace falta irse tan lejos, porque hasta una canción para reivindicar la libertad como 'A quién le importa', de Alaska y Dinarma, en los 80 podría significar mucho más.