PRIMERA DEMANDA SOBRE LAS ARMAS DEL TIROTEO

Los padres de una víctima del tiroteo de Las Vegas demandan a los fabricantes de las armas que usó el atacante

Ocho fabricantes y tres distribuidores de las armas utilizadas por Stephen Paddock en la masacre de Las Vegas en 2017 se enfrentan a la demanda interpuesta por los padres de Carrie Parsons, una de las 58 víctimas mortales del tiroteo.

El 1 de octubre de 2017, Stephen Paddock irrumpió en un festival de countryque tenía lugar en Las Vegas para tirotear 58 personas hasta la muerte. Entre ellas se encuentra Carrie Parsons, una mujer de Seattle de 31 años.

Dos años después, sus padres no han querido que su caso vuelva a producirse y, por ello, demandan a empresas como Colt, al ser las compañías que facilitaron las armas a Paddock. Los progenitores de Parsons, de 31 años de Seattle, inculpan a estas empresas de fabricar productos que transforman armas semiautomáticas en automáticas.

A los ocho fabricantes demandados, se unen distribuidores de Nevada y Utah, donde Paddock adquirió el armamento y municiones para abrir fuego desde su habitación del hotel Mandalay Bay hacia el festival en el que se encontraban al rededor de 22.000 personas.

"Habiendo creado las condiciones que hicieron inevitable un tiroteo masivo con un AR-15 modificado, los fabricantes demandados continuaron haciendo negocios como de costumbre", alega la demanda de los padres de Parsons, mujer de 31 años y originaria de Seattle. Además, argumentan, se asociaron con un fabricante de productos especializados que modificaba un rifle AR-15.

Uso de la vía judicial para luchar contra las armas

No es la primera demanda en contra de la venta y distribución de armamento en el país estadounidense. Pero sí la primera que evita la desestimación que muchas otras ha sufrido. Esta querella asegura que las empresas no solamente sabían lo que se hace con sus armas sino que promueven el convertirlas en automáticas.

Existe una ley federal protege a estas empresas distribuidoras y vendedoras de armas y cargamentode posibles responsabilidades respecto a los crímenes que se han realizado con sus productos. No obstante, Nevada adoptó una ley que prohíbe los dispositivos que permite convertir los fusiles semiautomáticos en automáticos, tal y como hizo Paddock.

Parsons es una de las 58 víctimas mortales, un número que se une a las 850 personas que resultaron heridas en esta masacre que el FBI no ha podido hallar descubrir su causa.

Existen hasta 12 demandas respecto al tiroteo de Las Vegas. Exactamente contra el promotor del concierto en el que se encontraban las víctimas en el momento de la matanza y en contra del MGM Resorts, compañía propietaria del Hotel y Casino Mandalay Bay desde donde se llevaron a cabo los disparos.

En cambio, la acción legal interpuesta por la familia de Carrie es la primera establecida contra los fabricantes y distribuidores de armas.

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