SOBRE EL MARIDO PESA UNA ORDEN DE ALEJAMIENTO POR VIOLENCIA DE GÉNERO

Paralizan el desahucio de una víctima de violencia de género pedido por su marido

El Ayuntamiento de Tarazona ha ofrecido un piso a la mujer que ha estado a punto de ser desahuciada por su marido, que tiene una orden de alejamiento por presuntos malos tratos. Un centenar de personas han conseguido paralizar el desahucio. Rogia está separada de su presunto maltratador, pero el piso en el que ha estado viviendo con su hija de 8 años es de él.

Rogia Adam Ahmed, de 32 años y de origen sudanés, iba a ser desalojada de la casa en la que vive con su hija de 8 años por orden del Juzgado de Instrucción de Tarazona, una medida que fue paralizada gracias al apoyo vecinal y la plataforma Stop Desahucios.

La mujer ha declarado a Efe que "ni siquiera" ha tenido la oportunidad de "hablar con la juez o tener un abogado" para defenderse del lanzamiento, que le fue comunicado en varias ocasiones a su domicilio, pero que ella no recibió porque, según ha defendido, había ido a Sudán "para buscar a su hija".

La mujer, que consideró esto "una pesadilla que es mejor olvidar", ha asegurado que interpuso una primera denuncia por malos tratos contra su marido en 2008, que retiró porque su hija "era pequeña", y otra segunda en mayo de 2013, a partir de la cual pesa esta orden cautelar de alejamiento.

Ha manifestado que "desde el principio, la juez tenía que ver la situación" en la que está y no decidir echarle de casa, a raíz de una denuncia que interpuso su marido, aprovechando "que había ido a Sudán para buscar a su hija", que estaba con la familia materna.

El matrimonio se casó en Sudán y primero vino el esposo a España y más tarde, hace nueve años, ella. Ambos tienen una niña que estaba con la familia de ella en Sudán, porque "siempre había problemas" con su marido de "malos entendidos y discusiones", ha dicho.

Cuando fue a por su hija, estuvo un mes, ha reconocido la mujer, que ha afirmado que "iba para menos tiempo" pero tuvo problemas para "sacar a la niña" dado que no contaba con el permiso paterno.

En estos momentos reside en Tarazona con su hija, no tiene trabajo y su marido no le pasa pensión alguna, por lo que subsiste con una prestación social de poco más de 400 euros.

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