En Florida
La 'payasa asesina' confiesa 32 años después: mató a la mujer de su actual marido en 1990
Una mujer se ha declarado culpable después de 32 años. Vestida de payaso, con un globo y un ramo de flores, mató a tiros a una mujer cuando le abrió la puerta de su casa en Florida. Ocurrió en 1990.
Sheila Keen-Warren, la mujer acusada de disfrazarse de payaso y matar a tiros a otra mujer en 1990 en la puerta de la vivienda de la segunda en Florida (EEUU), se declaró este martes culpable del cargo de asesinato y podría quedar en libertad en menos de un año, informó un medio local.
El juez Scott Suskauer aceptó la declaración de culpabilidad de Warren a cambio de una sentencia de prisión de 12 años, con crédito por los 3.039 días que permaneció en la cárcel desde su arresto, por lo que podría salir libre en unos diez meses, recogió hoy el diario The Palm Beach Post.
Sheila Keen-Warren estaba acusada de asesinato en primer grado por la muerte de Marlene Warren el 26 de mayo de 1990, en el conocido como "caso del payaso asesino".
Ese día, un payaso con globos y flores llegó a la casa de los Warren en la localidad de Wellington, en el condado de Palm Beach, y disparó en la cara a Marlene, que murió dos días después en un hospital, y abordó con calma el vehículo en el que había llegado.
Para entonces había rumores de que Michael Warren, que fue esposo de la víctima y luego lo fue de la acusada, tenía un romance con Sheila, que en aquel tiempo llevaba el apellido Keen.
Finalmente Sheila se casó con Michael Warren en 2002 y se mudó a Tennessee, donde la pareja operaba un restaurante.
Tras 27 años de investigaciones, un gran jurado de Palm Beach, 100 kilómetros al norte de Miami, analizó la evidencia y falló en agosto de 2016 a favor de presentar cargos criminales contra Sheila, ahora de 58 años, lo que llevó a su detención un año después en Virginia.
El asesinato permaneció como un "caso frío" hasta que la detective Paige McCann de la oficina del alguacil del condado de Palm Beach asumió el control en 2013.
McCann descubrió una fibra de 6 pulgadas (8 centímetros) en la escena del crimen que el fiscal estatal adjunto Reid Scott dijo que vinculaba a Keen-Warren con el asesinato de la esposa de su amante.
La integridad de esa fibra y otras pruebas clave para el caso fueron objeto de un intenso escrutinio por parte de los abogados defensores de Keen-Warren.