Una casa para Pepica
Pepica, con 89 años, perdió su hogar en la DANA: su familia lanza campaña en redes para reconstruir su casa
Su historia El 29 de octubre de 2024, la riada arrasó con la casa de Pepica. Su hijo la salvó abriendo una salida improvisada. Ahora, su familia impulsa un crowdfunding para reconstruir su hogar y recuperar lo perdido.
En el municipio de Picanya (Valencia), Pepica, de 89 años, se ha convertido en un símbolo de fortaleza y esperanza tras perder su hogar en la DANA que azotó la región. La riada arrasó con todo lo que tenía, pero gracias a su hijo y el ingenio de su nieta, Pepica comienza a reconstruir su vida.
Eran las 18:19 horas del 29 de octubre de 2024 cuando la policía llegó para advertir a Pepica que la riada se aproximaba con fuerza. Su hijo intentó proteger la casa colocando un tablón en la puerta, pero el agua terminó entrando violentamente.
"No, no… Por dios", gritó Pepica mientras veía cómo la planta baja de su hogar era invadida por el agua y el barro. Su hijo no perdió tiempo y, al notar que la riada subía rápidamente por las escaleras, tomó una maza y rompió un muro trasero para crear una salida.
"Mi hijo me sacó a estirones de las piernas. Me llevó a una caseta. Si no hubiera sido por él, no lo contamos", recuerda Pepica con los ojos llenos de lágrimas y gratitud.
El agua se llevó no solo muebles y pertenencias, sino también los recuerdos de toda una vida. Pero la tragedia no la ha derrotado. La familia de Pepica ha tomado la iniciativa para ayudarla a levantarse. Su nieta, en un acto de solidaridad, abrió una cuenta en Instagram y lanzó un crowdfunding para reconstruir la casa.
"Se me ocurrió que las redes podían ser nuestra mejor ayuda. De momento llevamos 6.000 euros recaudados", dice emocionada la joven, quien no ha parado de promover la causa en línea.
Hoy, en medio de los escombros, un árbol de Navidad se erige como símbolo de esperanza en la casa de Pepica. "Que aunque haya pasado todo esto estamos vivos, tenemos salud", dice con una sonrisa.
Ni el agua, ni el barro, ni las pérdidas materiales han logrado apagar el espíritu de Pepica, quien, rodeada de su familia y el apoyo de desconocidos, comienza a escribir una nueva página de su historia.