EL CAZADOR DEFIENDE QUE FUE UN ARREBATO

El cazador acusado de matar a dos agentes rurales en Lleida habría recargado la escopeta para rematarlos

El cazador acusado de disparar mortalmente contra dos agentes rurales en Lleida ha asegurado en el juicio que todo fue fruto de un arrebato.

Todo empieza con una escopeta, cuatro tiros y una llamada a Emergencias en la que el acusado asegura haberse puesto nervioso y reconocer haber matado a los agentes.

El acusado ha asegurado que fue un arrebato, que tiene una enfermedad mental y niega recordar el momento: "Me quedé en blanco y lo único que recuerdo es verlos en el suelo y ya en el coche". Su abogada defiende que ningún asesino llama después de cometer un crimen a la policía.

Pero hay un dato que los contradice: en la escopeta sólo caben tres cartuchos y él disparó cuatro, por lo que la acusación cree que recargó para rematarles, negando que se pudiera tratar de un arrebato.

Los Mossos han declarado que los disparos fueron certeros y que tardó 40 minutos en llamar a Emergencias.

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