AGREDÍA A SU PAREJA PARA IMPONER SU VOLUNTAD SOBRE ELLA
Piden ocho años de prisión para un hombre acusado de vejar y agredir a su pareja y a la hija de esta en A Coruña
La Audiencia Provincial de A Coruña juzgará a un hombre acusado de someter a comportamientos violentos a su pareja sentimental y la hija de esta, con las que convivía, con la intención de reforzar su dominio sobre ambas.
El fiscal pide ocho años y ocho meses de prisión por vejar y agredir tanto a la madre, entonces pareja del acusado como a la hija de esta, además de privación del derecho a la tenencia y porte de armas y prohibición de aproximarse o comunicarse con la mujer. Los hechos por los que será juzgado se remontan a 2016 cuando reanudó la relación sentimental que había mantenido con la mujer e iniciaron la convivencia en un piso de A Coruña.
Según la Fiscalía, "prácticamente desde el principio" la sometió a "comportamientos violentos". Esta situación se haría extensiva a la hija, actualmente tutelada por la Xunta, cuando se fue a vivir con ellos. El Ministerio Público afirma que "con la finalidad de imponer su voluntad sobre ellas", las sometió a maltrato emocional y físico.
Asegura también que este consistía en intimidaciones, aislamiento, insultos y "reforzar su dominio sobre ambas". En una ocasión, encerró también a la mujer en la vivienda. Por todo ello, pide que se le impongan penas por un delito contra la integridad moral, otro de lesiones, otro de detención ilegal y un último de daños.
Por otra parte, la Audiencia Provincial de A Coruñacelebra un juicio contra un hombre acusado de falsedad documental e intento de estafa procesal en relación con el pago de una pensión alimenticia. El fiscal pide un año de prisión para el hombre, acusado de falsificar un documento con la intención de evitar el pago de pensiones alimenticias a su expareja, según había acordado un juzgado de Ferrol.
Colapso de una pasarela
Educación afirma que el colegio de Massanassa no estaba catalogado en riesgo de colapsar
José Antonio Rovira, conseller de Educación valenciano, niega que el colegio de Massanassa estuviese "calificado como centro que podía colapsar", pero sí estaba "clasificado como rojo" por los graves daños que había sufrido su estructura.