Delito de odio

Piden prisión para un pastor evangélico por maltratar a su hijo por ser homosexual: "No quiero que se me acerque ese maricón"

El hombre vio a su hijo en un autobús con su novio, se acercó a la ventanilla, la golpeó y le espetó: "Qué asco, qué asco". En otra ocasión, el pastor evangélico golpeó a su hijo para evitar que cogiera su pasaporte y cogió del cuello a su novio.

La Fiscalía de Delitos de Odio ha pedido condenar a dos años y cuatro meses de prisión a un padre y a un año y medio a una madre de Terrassa (Barcelona) por presuntamente maltratar a su hijo por ser homosexual.

El juicio está previsto para el lunes 28 de noviembre en la Audiencia de Barcelona y el escrito de acusación del fiscal atribuye a ambos un presunto delito contra la integridad moral, y al padre también uno de maltrato y otro de lesiones leves.

El fiscal expone que el matrimonio eran "estrictos practicantes" del culto evangélico, del que el hombre es pastor, y que empezaron a acudir de manera insistente al instituto de su hijo para intentar que renunciase a su homosexualidad.

Cuando el chico les contó que tenía novio, calificaron su relación como antinatural y el padre le dijo: "En la vida uno toma decisiones de vida o de muerte, y la que tú has tomado es de muerte. Dios creó al hombre y a la mujer con la intención de reproducirse y el sitio natural del pene es la vagina de la mujer y no el lugar por donde se hace caca".

Diez días después de conocer la relación homosexual de su hijo, el hombre le vio en un autobús con su novio, se acercó a la ventanilla, la golpeó y le espetó: "Qué asco, qué asco".

El joven se había ido de casa y un mes después quedó con sus padres para recuperar su documentación personal, acudió con su novio y le recibieron con expresiones ofensivas -"no quiero que se me acerque ese maricón"-, y cuando el chico intentó coger el pasaporte el padre lo golpeó para evitarlo y cogió del cuello al novio. Además de los dos años y cuatro meses de prisión, el fiscal reclama para el padre una multa de 1.350 euros y una indemnización de 2.700 euros para el joven.

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