Una huida de película

El plan de huida sin fisuras de David y Sergio, los presos fugados de Picassent

Su plan para escapar Ambos sabían perfectamente por dónde podían escapar: una de las puertas de entrada de vehículos no tiene vigilancia por la noche.

Nadie los vio, nadie los oyó porque David y Sergio idearon un plan sin fisuras. Los dos presos que se fugaron la noche del sábado del Centro Penitenciario Valencia II, en la localidad de Picassent (Valencia), estaban en celdas contiguas. Mientras, la Guardia Civil sigue buscando a estos dos reclusos de nacionalidad española que fueron encarcelados por delitos de robo con violencia e intimidación.

El operativo que les busca está encabezado por la Policía Judicial, si bien está en alerta el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Para su huida, David y Sergio primero eligieron cómo llevar a cabo la fuga y, para ello y según Levante, se pudo forzar los barrotes utilizando una barra de levantamiento de pesas y unas mancuernas que habrían cogido del gimnasio de la cárcel.

Después, se descolgaron con unas sábanas atadas desde la segunda planta, como si de una película se tratase. Ambos, además, sabían cuándo poner en marcha ese plan: aprovecharon el alboroto por el partido de fútbol del sábado entre el Barça y el Atlético de Madrid. Con el ruido de los goles y el jaleo pudieron camuflar otro ruido más: el de ellos rompiendo los hierros.

Además, sabían perfectamente por dónde salir. Los reclusos escogieron un punto ciego porque por las noches no hay ningún funcionario vigilando. Solo se utiliza durante el día para la entrada y salida de vehículos. Así que forzaron el portón y esto les permitió llegar a otra salida y poner rumbo a su libertad.

No saltaron las alarmas, tampoco los sistemas de vigilancia pasiva. La Guardia Civil analiza las imágenes del interior y el exterior de la cárcel para saber qué ha fallado y la prioridad ahora es localizarlos. Se ha avisado a las patrullas para que tomen precauciones porque uno de ellos puede ir armado.

El perfil de los presos

David, de 39 años, cuenta con delitos por robo con violencia e intimidación y la Policía advierte de que puede ir armado. Y Sergio, de 43 años, es un viejo conocido de las autoridades, según Las Provincias. Tiene un amplio historial delictivo ya que acumula seis condenas por violencia machista, así como un año de condena por delito de lesiones. Los dos estaban en el módulo 2, ocupado por los presos más conflictivos.