En Rumanía
El polémico influencer Andrew Tate forzaba a una víctima a ganar 10.000 euros al mes como modelo erótica
Andrew Tate y su hermano, Tristan, detenidos tras una bronca en redes sociales con la activista Greta Thunberg, están encarcelados en Rumanía acusados de explotación sexual.
La fiscalía rumana acusa al influencer y empresario británico-estadounidense Andrew Tate, encarcelado en Rumanía por supuestos delitos de explotación sexual, de obligar a trabajar hasta 12 horas seguidas a una de las chicas que explotaba como modelos eróticas.
Según informa la publicación rumana News.ro, que cita documentos judiciales, Andrew Tate y su hermano Tristan, también en prisión preventiva por los mismos delitos, obligaron a una de las jóvenes que les denuncian a ganar un mínimo de 10.000 euros al mes amenazándola con pegarle si no conseguía el dinero.
Otra de las represalias implicaba publicar fotos o vídeos comprometedores en sus cuentas de redes sociales si no reunía esa cantidad, según la acusación contra los Tate, a quienes se acusa de delitos de trata de personas, violación y constitución de un grupo criminal.
Los testimonios recabados por los fiscales aseguran, además, que a las chicas se les exigía que pagaran una “deuda” si no publicaban contenidos eróticos o hacían directos en la plataforma para adultos OnlyFans y en TikTok.
Una de las supuestas víctimas contó que las modelos solían embolsarse la mitad de lo que producían en estas plataformas, y acusa a los hermanos Tate de no pagarles nada por su trabajo en algunas ocasiones.
El excampeón mundial de kickboxing Andrew Tate participó en el Gran Hermano del Reino Unido, y abandonó el programa en 2016 al ser acusado de agresión sexual. Tate tiene millones de seguidores en internet, donde publicaba vídeos en los que reivindicaba una masculinidad asociada al éxito económico agresiva y misógina.
Las razones
El inesperado giro de la investigación del kayakista desaparecido en agosto: fingió su muerte y huyó del país para cobrar un seguro de vida
El kayakista Ryan Borgwardt, desaparecido en agosto de este año, no estaba muerto. Según han descubierto los investigadores, el hombre había contratado un seguro de vida y decidió fingir su muerte para cobrarlo. Esta es la historia de película.