PUDO HABER SIDO UNA BALA PERDIDA
La policía está investigando la causa de la muerte del prófugo de Plasencia
Balística de la Guardia Civil investiga el disparo que acabó con la vida de Rafael Robles, el profugo que murió durante su detencion en Plasencia. Las autoridades aseguraron en un principio que había fallecido de un infarto, pero la delegación de gobierno ha reconocido que se produjeron varios disparos y que pudo matarle una bala perdida. Robles estaba buscado por fuga, asesinato y secuestro.
La delegación de gobierno ha reconocido que en el momento de la detención de Rafael Robles, se produjeron varios disparos y que pudo matarle una bala perdida. Además, el asesino de Badajoz mató también un joven de Toledo.
Las pruebas de balística han confirmado que el autor de la muerte de un hombre en Badajoz y que falleció en Plasencia poco después de ser detenido, es el mismo que asesinó a un joven en Cazalegas (Toledo), según han confirmado fuentes de la investigación.
Las casquillos de bala encontrados en las inmediaciones del club de piragüismo de Badajoz el pasado miércoles 6 de febrero donde apareció un hombre muerto de un tiro en la nuca, coinciden con el arma que acabó con la vida del joven de 28 años que fue hallado muerto de dos tiros en la localidad toledana de Cazalegas el pasado 30 de enero. Además, según las fuentes se trata de una munición nada habitual en España y muy difícil de conseguir.
De este modo, se confirma lo que la Policía Nacional y la Guardia Civil sospechaban desde un principio: que el fugitivo que el pasado viernes falleció después de ser detenido como autor del disparo en la cabeza de un hombre en Badajoz y de intentar secuestrar a un padre y a su hijo en Plasencia, es también el asesino del joven en Cazalegas (Toledo).
Otro dato importante es que el coche del joven toledano apareció calcinado dos días más tarde en el tanatorio de Badajoz. Fue muy cerca de este lugar, en concreto en las inmediaciones del club de piragüismo, cuando días más tarde apareció otro hombre muerto de un tiro en la cabeza y, al igual que ocurrió en el crimen de Toledo, el supuesto autor huyó del lugar en el coche de la víctima.
El fugitivo, Rafael Robles, se dirigió entonces a Plasencia donde fue localizado y detenido, aunque falleció más tarde posiblemente por una bala perdida.