Hace 20 años
La Policía reabre la búsqueda de Marisa Villaquirán en Miranda de Ebro: creen que su cuerpo podría estar emparedado en una iglesia
Nuevos indicios llevan a la Policía Científica a inspeccionar la Iglesia Evangélica Filadelfia, mientras la familia de la mujer desaparecida en 2004 espera respuestas tras dos décadas de incertidumbre.
El caso de la desaparición de Marisa Villaquirán, vista por última vez el 7 de diciembre de 2004, vuelve a estar en el foco de las investigaciones policiales. Este jueves, un amplio operativo de la Policía Judicial y Científica se desplegó desde las siete de la mañana en la Iglesia Evangélica Filadelfia, ubicada en Miranda del Ebro, tras nuevos indicios que sugieren que su cuerpo podría estar emparedado en el edificio.
Marisa, que entonces tenía 38 años, fue vista por última vez cuando su exmarido, condenado en 2006 a 14 años de cárcel por detención ilegal, la forzó a entrar en su coche frente a varios testigos. A pesar de múltiples operativos de búsqueda, que incluyeron rastreos en vertederos, el cuerpo nunca fue encontrado, dejando a su familia sumida en la incertidumbre durante dos décadas.
El caso tomó un nuevo rumbo tras recibir pistas que apuntan nuevamente a la Iglesia Filadelfia, que ya había sido investigada en 2004 sin resultados concluyentes. Moisés Duval, miembro de la congregación, aseguró que entonces "la Policía Científica vino, miraron y no encontraron nada". Ahora, la nueva búsqueda ha generado molestias entre los miembros de la iglesia. El pastor Lisardo calificó la situación como "una vergüenza", cuestionando la insistencia en buscar un cadáver en el lugar.
Un caso que nunca cerró heridas
Los hijos de Marisa han mantenido viva la memoria de su madre a lo largo de los años. En su momento, participaron en concentraciones exigiendo justicia. "Yo sé que mi madre no se marchó. Él se la llevó, pero ¿qué ha hecho con ella? Pues no lo sé", dijo una de sus hijas en declaraciones pasadas.
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicasio Sen, confirmó que las autoridades actúan siempre que surgen novedades relevantes: "Este caso nunca se ha cerrado del todo. Cada indicio es una oportunidad para dar respuestas a la familia".
La familia Villaquirán espera que esta nueva investigación permita encontrar a Marisa y cerrar un capítulo lleno de dolor y dudas. Para ellos, encontrar su cuerpo sería la única forma de descansar tras 20 años de búsqueda y sufrimiento. Mientras tanto, los trabajos en la iglesia continúan.