A TRAVÉS DE SENCILLOS ANÁLISIS

Ponen en marcha un sistema de ADN canino para delatar a los dueños que no recojan los excrementos de sus perros

Las cacas de perros en las calles podrían tener los días contados. El consistorio de Mislata, en Valencia se propone erradicarlas y ha tomado medias en el asunto. Van a crear un banco de ADN a través de pruebas genéticas a los perros para determinar con exactitud de qué animales son los excrementos que no se recojan.

El Ayuntamiento de Mislata (Valencia) repartirá desde el lunes 14 de noviembre hasta final de año tickets para que los dueños de los perros censados puedan hacerles gratis la prueba genética con el objetivo de que se puedan asociar los excrementos hallados en la vía pública con el titular del can. Todas las clínicas veterinarias de la ciudad colaboran en la iniciativa.

Así lo han acordado el alcalde Carlos Fernández, concejales y técnicos de las áreas implicadas en la puesta en marcha del ADN canino, el proyecto pionero que pretende acabar con los excrementos en la vía pública, según ha informado el consistorio en un comunicado.

En el encuentro se han coordinado todos los detalles de uno de los programas "más ambiciosos" de la actual legislatura y que, debido a su relevancia social, "ha generado mucha expectación en la ciudadanía", independientemente de que tengan o no mascotas en su casa.

Como novedad, en esta reunión se ha ratificado el visto bueno al proyecto por parte de las cinco clínicas veterinarias de Mislata, que además se han comprometido a colaborar en la creación del banco de ADN mediante las pruebas genéticas a los canes.

Se trata de unas sencillas analíticas que los dueños de mascotas están obligados a realizar, tal como establece la ordenanza municipal de Tenencia y Protección de los Animales Domésticos. A partir del 14 de noviembre, estas pruebas se podrán hacer en cualquiera de las cinco clínicas: Tropical Manises, Guaus i Miaus, Clínica Mislata, Aintana y Monvet, una vez el Ayuntamiento empiece a repartir los vales.

El Gobierno local subvenciona el coste íntegro de los análisis hasta final de año, tanto de los dueños de los perros ya inscritos en el censo como del resto, mientras que a partir del 1 de enero de 2017 correrán por cuenta de los propietarios.

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