UNA FAMILIA SE QUEDA EN SU CASA
La presión ciudadana consigue paralizar un desahucio en Lavapiés
Oliur y su familia viven en el madrileño barrio de Lavapiés pero han estado a punto de quedarse en la calle. En el momento de firmar el alquiler de su vivienda no fueron avisados de que el piso pertenecía a una entidad bancaria y, a pesar de haber intentado negociar un alquiler social, el banco quería el inmueble vacío. Ante la negativa de aplazar el desalojo, un grupo de ciudadanos se ha concentrado en las inmediaciones y, finalmente, han conseguido detenerlo.
Según ha informado en su cuenta de Twitter la 'Plataforma de Afectados por la Hipoteca' de Madrid, el desahucio de Oliur, su mujer y sus hijos, ha sido suspendido. La familia, que reside en el barrio de Lavapiés, iba a ser desalojada después de que el banco decidiera dejar libre el piso en el que se encuentran. Oliur acordó un alquiler del inmueble, pero después resultó ser propiedad del banco.
Con el propósito de evitar el desalojo, un grupo de ciudadadanos se ha reunido como forma de presión ante el domicilio. Bajo el hashtag #OliurSeQueda también han recurrido a las redes sociales como forma de rechazo a la decisión de la entidad. Según ha informado la 'Asamblea Vivienda Centro', antes de la hora prevista para la ejecución, el banco ha comunicado la decisión de la paralización del lanzamiento aunque no habría recurrido a ningún canal oficial para ello.
Finalmente, la concentración, convocada a primera hora de la mañana, ha conseguido su objetivo y Oliur y su familia siguen en el mismo piso.