SEGÚN UNA INVESTIGACIÓN DEL 'DER SPIEGEL'

El presunto asesino de Madeleine fantaseaba con secuestrar y abusar de un niño pequeño

Así lo ha revelado el medio alemán 'Der Spiegel', que ha accedido a una carta que el sospechoso envió a un conocido constatando su deseo de "cazar algo pequeño y utilizarlo durante días".

El presunto asesino de Madeleine McCann, un hombre de 43 años que está siendo investigado por la fiscalía de la ciudad alemana de Braunschweig, manifestó a un conocido su fantasía de secuestrar y abusar de un niño pequeño, según reveló este viernes el semanario "Der Spiegel".

De acuerdo con documentos de la investigación a los que ha tenido acceso el semanario, en septiembre de 2013 el sospechoso, identificado como Christian B., le escribió a un conocido por un servicio de mensajería de chat que sentía el deseo de "cazar algo pequeño y utilizarlo durante días".

A la respuesta de su interlocutor de que esto sería peligroso, Christian B. replicó: "Bah, si luego se eliminan las pruebas". El presunto asesino de Madeleine, que tenía 3 años de edad cuando desapareció en 2007 en el Algarve portugués, donde veraneaba con su familia, se encuentra en la actualidad cumpliendo condena en una cárcel alemana y cuenta con numerosos antecedentes de delitos sexuales, entre ellos contra menores.

"Der Spiegel" reveló también que el presunto asesino está siendo investigado asimismo por otro posible secuestro, el de la niña alemana Inga, de 5 años de edad, que desapareció en el estado federado de Sajonia-Anhalt (este del país) en primavera de 2015, durante una excursión con su familia.

Christian B. se encontraba por esas fechas en un terreno a 90 kilómetros de distancia del lugar en que fue vista la niña por última vez; éste fue registrado un año después por la policía, que encontró un USB que contenía pornografía infantil pero ningún rastro del paradero de Inga.

Este jueves, la Fiscalía de Braunschweig (centro del país) confirmó que parte de la base de que Madeleine murió a manos de Christian B., cuya presencia en el lugar de los hechos quedó confirmada por una llamada realizada por el presunto culpable que fue registrada por una antena de telefonía móvil. El ciudadano alemán vivió en el Algarve portugués entre 1995 y 2007, cerca de la localidad de Praia da Luz en la que se encontraba el apartamento turístico del que desapareció Maddie.

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