Trabajo de QUIMA (IOCAG-ULPGC)
Las primeras imágenes submarinas de la fajana generada por la erupción volcánica de La Palma
El vídeo recoge la transformación a gran escala que ha sufrido el ecosistema marino de la isla canaria tras la llegada de las coladas de lava al mar. Son imágenes que sirven para analizar la situación con otra perspectiva.
El Grupo de Investigación de Química Marina (QUIMA), proyecto en colaboración del Instituto de Oceanografía y Cambio Global y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (IOCAG-ULPGC) han logrado grabar las que son las primeras imágenes submarinas del delta lávico o fajana originado en La Palma tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Ha sido gracias, además, a la ayuda técnica de la empresa Canaria ECOS (Estudios Ambientales y Oceanografía).
En el vídeo, grabado en el frente oeste a 70 metros de profundidad, se puede observar cómo ha evolucionado la colada desde su creación y su recorrido por la isla hasta el impacto que ha provocado su llegada al mar. A primera vista, se observa el cambio a gran escala que ha provocado en el entorno marino inmediato a la creación de la fajana y, en consecuencia, en el ecosistema de la zona.
Según ha indicado el medio 'Canarias7', estas imágenes han sido enviadas al equipo que coordina el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA) para que "los expertos en geología y vulcanología puedan sacar el máximo provecho de las mismas en términos de gestión de la crisis volcánica". En otras palabras, para analizar a través de ese vídeo todas las variables que han transformado el entorno.
Este trabajo ya se venía haciendo con anterioridad, desde la erupción volcánica y la consecuente precipitación de ceniza y lava sobre el mar, para monitorizar los parámetros del dióxido de carbono, conocer la evolución de esta crisis y qué efectos reales a corto y largo plazo pueden ocasionar en la zona. La portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha señalado ya que el campo lávico de la playa de los Guirres y El Charcón parece no tener actividad, y vídeos submarinos también han corroborado la ausencia de actividad en el delta lávico.
La fajana continúa extendiendo su superficie y avanzando en la profundidad del mar hasta situar su frente sobre la cabecera de un cañón marino. El cálculo estimado en su superficie se ha fijado en 34 hectáreas, frente a mediciones anteriores que lo aproximaban a las 40 hectáreas.