Bloquean cárceles

Protesta de los funcionarios de prisiones en Cataluña por el asesinato de una cocinera a manos de un preso

Los trabajadores iniciaron este jueves las protestas ante la conselleria de Justicia y este viernes se han trasladado a las principales cárceles catalanas para bloquear sus accesos. Piden mayor seguridad y el cese de la cúpula penitenciaria que ya lo ha descartado.

Los funcionarios de prisiones han iniciado este viernes por la mañana protestas en centros penitenciarios de las provincias de Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida por el asesinato de una cocinera en la cárcel tarraconense Mas d'Enric, en El Catllar, presuntamente a manos de un preso que después se suicidó. Y piden mayores medidas de seguridad y el cese de la cúpula penitenciaria.

Grupos de funcionarios de prisiones han bloqueado desde primera hora de la mañana de este viernes los accesos a las principales cárceles catalanas. Al final de la tarde, laSexta ha podido conocer que se encontraban reunidos en asamblea para decidir los siguientes pasos a tomar, puesto que una de las peticiones ha sido descartado. Tanto la consellera de Justicia de la Generalitat, Gemma Ubasat, como el responsable de prisiones en la comunidad, Amand Calderó, han anunciado que no van a dimitir.

Además de este centro en el que este jueves asesinaron a la cocinera, los funcionarios también han bloqueado los accesos a otros centros penitenciaros a los que únicamente han permitido acceder a los Mossos d'Esquadra. En consecuencia a ello y a los servicios mínimos establecidos por la huelga, en torno a 5.000 presos encarcelados en Cataluña no han podido salir de sus celdas durante esta jornada al no poder garantizar la seguridad de los funcionarios trabajando.

Frente a Mas d'Enric, según ha comprobado laSexta, cerca de 400 funcionarios han estado desde las 5.00 horas bloqueando los accesos con troncos y piedras. Además de las peticiones exigidas, los funcionarios no han olvidado a su compañera a la que le han rendido homenaje a través de un minuto de silencio al que también se ha acercado la familia de la víctima, pero también a gritos de "todos somos Núria".

Frente a la carretera de acceso a la cárcel de Brians, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), los trabajadores han amontonado neumáticos y les han prendido fuego. En esa línea, los trabajadores solo han permitido el acceso a las prisiones de los agentes de los Mossos que esta mañana debían hacer el relevo de sus compañeros para garantizar la seguridad en los centros.

Las protestas se están produciendo después de que el pasado miércoles un preso matara a cuchilladas a una cocinera de la prisión de Mas d'Enric y luego se suicidara. Este individuo llevaba varios años en prisión por un asesinato machista que cometió en 2016, cuando el hombre contrató los servicios de una mujer prostituida a través de internet.

Vilagrà pide calma

La vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, pidió calma a lo largo de la jornada ante la situación que se ha vivido en las prisiones catalanas para restablecer la normalidad cuanto antes, y ha anunciado que espera avanzar en las negociaciones durante una reunión este viernes entre los trabajadores y Ubasat que han rechazado los primeros hasta que Calderó no cese.

Vilagrà ha condenado el asesinato de la cocinera y ha pedido tranquilidad para poder hablar con los sindicatos y actores relevantes, restablecer la situación y recuperar la normalidad, con el fin de abordar en profundidad los cambios que se tienen que hacer en las prisiones.

La vicepresidenta ha reiterado el compromiso del ejecutivo catalán de mantener una "escucha activa" a las demandas de los sindicatos y el uso de todos los medios para restablecer la situación en los centros penitenciarios.

Vilagrà ha explicado que el Govern ya tenía previsto un incremento de efectivos y una negociación sobre temas laborales, que finalmente se ha adelantado, y ha reiterado el compromiso de garantizar al máximo la seguridad en las prisiones.

Durante las protestas que han arrancado este jueves y no se conoce cuando finalizarán, se leyó un manifiesto en el que los funcionarios denunciaron el incremento "sin freno", en número y gravedad, de las agresiones en las prisiones catalanas. De hecho, el sindicato CSIF ha cifrado en 582 los funcionarios agredidos durante el pasado año solo en Cataluña.

Previamente, los manifestantes, que llevaban las manos pintadas de rojo, las estamparon contra la fachada de cristal de la conselleria de Justicia y pidieron la dimisión inmediata de la consellera y el responsable en la materia. Los sindicatos reclaman más recursos y sistemas de protección para frenar las agresiones, como por ejemplo el uso de los aerosoles como medida protectora, que según han explicado está previsto dentro del reglamento penitenciario, pero se les sigue negando.

El expresident Carles Puigdemont también ha reaccionado a esta "tragedia espantosa": "Mi pésame a su familia ya sus amigos y compañeros. Toda la solidaridad con el personal de los centros penitenciarios, que deben ver respetado y protegido su derecho a trabajar con la máxima seguridad".

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