¿Por qué se celebra el Día Internacional del Gato? 

El día para celebrar a nuestras mascotas felinas está sobre nosotros. Se trata de un día en el que podremos ver las redes sociales repletas de los dueños compartiendo los mejores momentos de sus mascotas. Este mítico animal tan importante en nuestras vidas desde épocas tan lejanas como el antiguo Egipto no solo celebra el día de hoy sino también el 20 de febrero y el 29 de octubre.

¿Por qué lo celebramos el 8 de agosto?

La fecha del 8 de agosto la estableció el Fondo Internacional Para el Bienestar Animal (IFAW por sus siglas en inglés) en el 2002; quiso establecer un día dedicado a estos animales para llamar la atención sobre sus derechos. Y el motivo por el que se escogió agosto es incierto, pero hay una creencia general de que este es el mes de los gatos.

Se piensa que es su mes porque se puede observar una mayor actividad de gatos en estas fechas. Esto fue confirmado por varios estudios científicos que dicen que los felinos disfrutan más de este mes porque se benefician del aumento de las temperaturas y de las grandes cantidades de luz de estas temporadas. La mayor actividad en estas fechas también se liga con una mayor reproducción.

¿Por qué se celebra también en otras fechas?

También es el día del gato el 20 de febrero en honor a Socks (calcetines), el gato del entonces presidente Bill Clinton y el único gato que ha recorrido a su antojo la imponente Casa Blanca. Fue considerado el gato más famoso del país e incluso crearon una página web para él, desde donde recibía correos diariamente. Sin embargo, murió un 20 de febrero y el amor que le tenía era tal, que algunas organizaciones decidieron establecer esta fecha para rendirle homenaje.

La tercera fecha, el 29 de octubre, fue establecida por Colleen Paige porque quería promover la adopción de los felinos, una cultura de tenencia responsable y respeto hacia ellos. Hay muchos gatitos abandonados a su suerte y que viven en condiciones deplorables, por lo que esta es una fecha para fomentar la adopción en oposición a la compra de gatos.