Tercera ola de calor en Madrid
¿Por qué cierran el Retiro y otros parques de Madrid cuando hace mucho calor (o mucho viento)?
Estamos ante una posible tercera ola de calor y los parques parecen la mejor opción para huir del calor en nuestros hogares, sin embargo, un cartel de cerrado puede ser lo primero que veas. Te explicamos el protocolo de cierre de los parques.
Las olas de calor hacen que incluso estar dentro de casa se asemeje más a un horno que a un lugar fresco. Cuando las alertas se encienden, los españoles buscan refugio en cualquier otro sitio; cualquiera que dé un poco de alivio. Uno de los lugares predilectos para poder huir del calor son los parques, como el Retiro en Madrid. Sin embargo, precisamente durante las olas de calor estos suelen cerrar.
No solo cierra el Retiro, sino también el Capricho, Jardines de Sabatini, Juan Carlos I, Juan Pablo II, Quinta de los Molinos, Torre Arias, Quinta del Fuente del Berro y la Rosaleda del Parque del Oeste. Esto se debe a un protocolo del gobierno —puesto en vigor durante el gobierno de Manuela Carmena en 2019— que tiene lugar cuando hay condiciones climatológicas adversas: mucho calor, viento o nieve. Por ende, los parques no cierran solo cuando hay calor, sino que tiene que haber una confluencia de factores.
En el Retiro, por ejemplo, existe el ‘Protocolo de actuación ante la previsión de situaciones meteorológicas excepcionalmente adversas y de gestión de incidencias causadas por el arbolado en los jardines del Buen Retiro de Madrid’. Este protocolo existe para evitar el riesgo de caída de ramas, árboles u otros riesgos.
Según el Ayuntamiento de Madrid, hay distintos tipos de alertas dependiendo del nivel de peligro. Tiene que haber una confluencia entre calor y viento para activarlos:
- Verde: corresponde a aquella situación en la que ninguno de los factores meteorológicos supera el umbral mínimo establecido.
- Amarillo: No existe riesgo para la población en general, aunque sí implicaría cierta probabilidad de caída de ramas o de arbolado. Se restringirá el acceso a las zonas infantiles, zonas deportivas y de mayores
- Naranja: existe un riesgo importante con mayor probabilidad de caída de ramas y arbolado. También se restringirá el acceso a las zonas infantiles, zonas deportivas y de mayores, y, además, se suspenden los eventos al aire libre.
- Roja: el riesgo es muy importante, con una probabilidad elevada de caída de ramas y arbolado en los jardines. Se cierra por completo el parque
Para activar la alerta roja, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tendría que hacer predicciones de viento por encima de los 65 kilómetros por hora, siempre que la temperatura máxima sea inferior a 35º. O cuando siendo la temperatura ambiental más alta, es decir, por encima de los 35º, haya rachas de viento por encima de los 55 km/h.
Sin embargo, muchos madrileños se han quejado de esta medida. Mayoritariamente las quejas se deben a que los parques son una de las pocas opciones gratis para refrescarse. Quedarse en casa se vuelve una opción poco tentadora. Con el aumento constante de la electricidad se ha vuelto inviable para muchos usar el aire acondicionado (si es que lo tienen) en casa.
Es por ello por lo que las quejas a Almeida llueven en redes sociales. Una usuaria ha expresado su descontento hacia el protocolo y las medidas del alcalde porque “quita a los ciudadanos y turistas el disfrutar de la naturaleza que ofrece sombra y algo de fresco. Tienen pocas neuronas”. Incluso se ha abierto una propuesta dirigida al ayuntamiento para revisar el protocolo.
Antes de imaginarte refrescándote a la sombra de los árboles durante la ola de calor, es mejor que verifiques el estado de apertura de tu parque de elección. El ayuntamiento proporciona un mapa interactivo que te permitirá verificar esta información en tiempo real.
Valorado en 200.000 euros
Roban 400 jamones ibéricos y 500 cañas de lomo en una empresa de Huelva
La empresa Jamones Eíriz, ubicada en Corteconcepción (Huelva), ha denunciado ante la Guardia Civil el robo de 400 jamones de Jabugo y 500 cañas de lomo de bellota. Todo ello valorado en unos 200.000 euros.