La clave está en el hipotálamo

¿Por qué cuesta más dormir cuando hace calor?

La subida de temperaturas implica, en muchos casos, aumento del insomnio o, simplemente, dificultad para dormir. Hay una razón biológica y la ciencia la ha encontrado. Lo puedes ver en este vídeo.

En breve

Cuando llega el calorlos chicos se enamoran... y el sueño acaba. Estamos estrenando la 'temporada' de olas de calor por todo lo alto: esta que estamos viviendo en junio es histórica por lo temprano que ha aparecido (seguimos en primavera), pero también por las temperaturas que se están alcanzando y por la duración de la misma: más de una semana.

Con este panorama, llegan los riesgos para la salud. De hecho desde el Ministerio de Sanidad ya están compartiendosu guía con consejos para sobrellevar estas altas temperaturas evitando los riesgos que puede acarrear hacer vida fuera (y dentro) de casa con unos máximos como los que se están registrando. Con todo, para muchos el mayor drama llega cuando se pone el sol: bajan las temperaturas, pero no lo suficiente como para poder dormir.

¿Por qué el calor afecta al sueño?

Y, con el aumento de temperaturas y la consecuente falta de sueño, llega la eterna pregunta: ¿por qué? ¿por qué el calor afecta de este modo al sueño? La respuesta está en nuestro cuerpo, es pura biología, y la ciencia ya ha dado con la clave. Apúntate esta palabra: hipotálamo.

El hipotálamo se sitúa en la frente, algo por encima de las cejas, y es la zona de nuestro cuerpo que genera las hormonas que necesitamos para controlar la temperatura corporal, frecuencia cardíaca, el hambre, los estados de ánimo, la libido, el sueño y la sed. Exacto: la temperatura corporal y el sueño están tan relacionadas que las hormonas que las regulan se crean en la misma zona del cuerpo.

"Ahí controlamos la temperatura", explicó a laSexta el doctor Darío López, que indicó, como puedes ver en el vídeo que acompaña estas líneas, que para dormir necesitamos que esta temperatura esté por debajo de 24 grados y tener "suficiente dosis de melatonina". Estos dos factores no solo se regulan en el mismo lugar del cuerpo, sino que se relacionan entre sí: "la temperatura de esta época dificulta la segregación de melatonina", añadió.

Vamos, que el calor hace que nuestro cuerpo no logre regular su propia temperatura y, a la vez, también impide generar la hormona necesaria para el sueño. ¿Resultado? Noches sin dormir, claro.

¿Qué podemos hacer para dormir mejor cuando hace calor?

Ante esto, cualquiera podría decir que vale, ya sabemos la explicación científica a nuestra falta de sueño pero, ¿podemos hacer algo? Claro que sí. El mismo doctor López dio varios consejos simples: ventilar la casa, mantener las persianas bajadas durante las horas de sol, hidratarnos y refrescarnos con duchas de agua tibia (no fría). Y un bonus track, el consejo de los expertos: ponernos calcetines húmedos, "porque el hipotálamo disipa el calor en las partes distales".

Si tienes una buena melena, seguramente optarás por sujetártela, pero lo cierto es que mojarla también ayuda a refrescarnos. ¿Eres calvo? Un consejo para ti: mojar la calva ayuda a bajar la temperatura.

Más consejos: evita el aire acondicionado, que genera un gran gasto energético y al final tiene efectos secundarios también en la salud: produce sequedad en el ambiente, lo que aumenta el riesgo de catarros y la sequedad ocular. Además, la postura a la hora de coger el sueño también es importante: mientras que en invierno dormir en posición fetal es lo mejor, en verano la postura más cómoda es boca arriba.

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