"¡No nos queda sitio por buscar!"
Sin rastro de María Piedad García 15 años después: un caso marcado por las incógnitas y la constante búsqueda
El contexto Acudió a una cena de empresa de la que nunca regresó. Sus botas y una documentación se encontraron en el coche de su exmarido, con quien trabajaba en un supermercado y compartía un hijo.
Resumen IA supervisado
La desaparición de María Piedad García sigue sin resolverse tras 15 años. Lo último que se supo de ella fue su asistencia a una cena de empresa de la que no regresó. María Piedad, de 31 años, trabajaba en un supermercado de Boadilla del Monte, donde también lo hacía su exmarido, Javier Sánchez, principal sospechoso. Tres días después de la cena, Sánchez se suicidó, y en su coche encontraron las botas de María Piedad. A pesar de intensas búsquedas y la investigación en el supermercado, no hay rastro de ella. La familia sospecha de un montaje o la participación de otra persona.
* Resumen supervisado por periodistas.
La desaparición de María PiedadGarcía sigue siendo un caso sin resolver y eso que han pasado 15 años desde que ocurrió. Lo último que se supo de ella es que acudió a una cena de empresa de la que nunca regresó. En todo este tiempo no se la ha dejado de buscar, pero cada hilo del que han tirado los investigadores ha acabado en un callejón sin salida.
Tenía 31 años y era cajera en un supermercado de Boadilla del Monte (Madrid) donde también trabajaba su exmarido y padre de uno de sus hijos, Javier Sánchez, de 38. A día de hoy sigue siendo el principal sospechoso, sin embargo, tres días después de la cena, el 15 de diciembre de 2010, se ahorcó en un poste de alta tensión. En su coche hallaron las botas de María Piedad y las cámaras de seguridad del establecimiento le captaron yendo de un lado al otro.
Desde entonces no ha quedado margen de río, pozo o paraje a las afueras de Madrid en el que no se haya buscado. De hecho, a los ocho años de la desaparición, la Guardia Civil levantó las baldosas del suelo del supermercado con la esperanza de encontrar el cuerpo, pero nada.
"¿Dónde está? ¡Dios mío, si ya no nos queda sitio donde buscar!", era el lamento de Antonia, su madre, apenas un año después. La familia sospecha que Sánchez montó un escenario ficticio o que quizás no lo hizo solo. "Puede ser que Javier se quitara la vida o que hubiera una tercera persona", ha señalado la abogada de la familia, Icíar Iriondo. En parte, porque en el coche del exmarido se halló una documentación que les ha llevado a otro callejón sin salida.
Con todo, tampoco han conseguido demostrar que el exmarido le echase droga en la bebida en aquella cena tras la que se perdió la pista para siempre de María Piedad García.
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