La reacción del descuartizador de Marta Calvo con los agentes tras hallar trozos de piel: "¡Qué buenos sois!"

Los investigadores del caso de Marta Calvo han hallado trozos de piel en forma circular en el sumidero de la ducha del baño de la casa que tenía alquilada Jorge Ignacio en la localidad de Manuel. Allí es donde él dijo haber descuartizado a Marta Calvo tras una muerte accidental y allí es donde estuvo este martes observando sentado el meticuloso trabajo de los agentes de criminalística.

Según informa 'Levante-EMV', la reacción del descuartizador confeso tras ese macabro hallazgo fue un halago hacia los agentes que estaban trabajando. "¡Qué buenos sois!", les dijo. Además, según apunta 'El Confidencial' también añadió: "¿Veis cómo no os he mentido? Había mucha sangre y me costó mucho limpiarla".

Según ha podido saber laSexta, esos tres fragmentos de epidermis son de entre seis y ocho centímetros, tienen forma circular y alguno de ellos tiene vello. Además, el corte se corresponde con el de una sierra. El hallazgo se ha producido este martes cuando los agentes de la Guardia Civil levantaron el plato de ducha de ese baño.

El hallazgo se produjo después de que, Lennon, el perro del servicio cinologico de la Guardia Civil, un pastor belga de cuatro años que este lunes se estrenó en un caso real, hiciera varios marcajes en el baño y en el pasillo de la casa.

Se trata de la primera vez en toda la investigación que los agentes encuentran evidencias que hacen indicar que efectivamente la joven fue descuartizada por parte de Jorge Ignacio, quien estaba presente durante el minucioso trabajo de la Guardia Civil en la casa y también en el momento en el que se produjo el hallazgo.

Además, según ha podido saber el jefe de investigación de laSexta, Manu Marlasca, la reconstrucción del recorrido que hizo el teléfono móvil del descuartizador confeso de la joven valenciana coincide exactamente con su declaración.

Esos lugares son los establecimientos donde dijo haber comprado guantes, una sierra y disolvente, así como los pueblos en los que indicó que había arrojado los restos mortales de Marta Calvo: la cabeza y el tronco en Xàtiva y los demás restos en Silla.