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La reflexión viral de una mujer con hijas de distinto color: "El color de la piel no importa a los ojos de los niños. El amor es amor"
Una mujer se casó con un hombre negro y cuando tuvieron hijas, la primera tenia el mismo tono de piel que su padre mientras que la segunda era exactamente como la de su madre. Escribió una publicación en Facebook para explicar que "los niños no ven colores".
La página de Facebook 'Love What Matters' se encarga de publicar en la red social historias, imágenes o vídeos para celebrar el amor, compartir historias bonitas y ofrecer esperanza. Por ello, cada día se comparten fotografías, recuerdos o historias inspiradoras que son comentadas por el resto de usuarios de la red social.
Esta semana se ha compartido la historia de una familia que ha recibido más de 41.600 'me gusta'. Se trata de una mujer blanca que se casó con un hombre negro. Cuando tuvieron hijas, la primera tenía el tono de piel del padre y la segunda el de la madre.
En la publicación, la mujer cuenta que ella y su marido se conocieron hace casi nueve años gracias a unos amigos en común de Iowa y continúa explicando que se casaron hace poco más de tres años. Confiesa que para ellos crear una familia era algo muy importante, y que meses después de casarse, se quedó embarazada.
"Cuando nuestra hija Willimina Daisy nació todo el mundo me dijo que era la viva imagen de su padre" y añade que cuando se quedó embarazada de su segunda hija, Valentina Janie, bromeaba con sus familiares y amigos diciendo que sería su 'mini-yo'.
Continúa explicando que ver a sus hijas crecer es el mejor regalo que han podido tener y explica que la única diferencia que Willimina ve en su hermana es que tiene las mejillas grandes. Entonces, se pregunta "¿me preocupa que crezcan en un mundo loco con 'diferentes colores de piel'? No. No del todo", subraya.
La mujer explica que tanto ella como su marido las educarán sin ningún tipo de diferencia, que las tratarán igual y que querrán a ambas por igual y añade que "los niños no ven colores y el amor tiene todos los colores del arco iris".
En su publicación subraya también que la genética hace cosas extrañas y que "el color de la piel no importa a los ojos de los niños. El amor es amor", concluye.