Los riesgos del vapeo: hallan metales pesados en la orina de adolescentes fumadores de cigarrillos electrónicos

Un nuevo estudio publicado por la revista 'Tobacco Control' pone el foco en 200 jóvenes de entre 13 y 17 años que fuman cigarrillos electrónicos con nicotina. Tras hacerles un análisis de orina, concluye que cuanto más fuman, mayor concentración de metales pesados como el plomo o el uranio hay en su orina.

Hablamos de edades muy tempranas en las que la presencia de estos metales puede empezar a acarrear consecuencias. Raúl de Simón, Coordinador Nacional del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, habla de daños cerebrales y en otros órganos asociados al uso de vapeadores. Aunque aún es pronto para hablar de consecuencias del cigarrillo electrónico a largo plazo, porque no lleva tanto tiempo entre nosotros, el coordinador de SEMERGEN sí especifica que la presencia de metales pesados se asocia al deterioro cognitivo, cuando hablamos de daño cerebral. Aunque de momento son hipótesis, hay una certeza: los cerebros jóvenes aún no han terminado su desarrollo y son más susceptibles a cualquier agente externo tóxico.

El estudio diferencia a los consumidores de cigarrillo electrónico en fumadores ocasionales, intermitentes y frecuentes y encuentra un 25% más de plomo en la orina de los fumadores frecuentes que en la de los ocasionales, así como un 80% más de uranio. Además, se halló más plomo y uranio en la orina de consumidores de sabores dulces que en la de consumidores de sabores mentolados.

Agustín Valido, Jefe de Neumología en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, calcula grandes consecuencias. Con el paso del tiempo, la presencia de estos tóxicos en el organismo generará cambios moleculares en el ADN que favorecerán mutaciones, la aparición de cánceres. Hay otras enfermedades, explica, que ya están apareciendo nuevas, como las neumonías lipoideas u otras que ya han aparecido en Estados Unidos, como el EVALI, causando la muerte de algunos pacientes jóvenes al generarles lesiones agudas en el pulmón.

En España el consumo de cigarrillos en jóvenes es muy alarmante. Según datos de 2023 de la encuesta ESTUDES (Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España), uno de cada cuatro niños de 12 y 13 años,y uno de cada dos adolescentes de entre 14 y 18 años han probado los cigarrillos electrónicos en alguna ocasión. En el último año, el 21% de los niños de 12 y 13 años y el 46% de los adolescentes de entre 14 y 18 y en el último mes, el 11,2% de los pequeños y el 26,3% de los adolescentes encuestados.

La estrategia de enganche a estos cigarrillos en edades tan tempranas pasa por hacerlos pasar por algo inocuo con sabores afrutados, pese a ser químicos con hasta un 2% en nicotina. No solo favorecen la adicción a largo plazo, sino que también consiguen crear el hábito de fumar: se adquiere el gesto, la costumbre de usarlo en algunas circunstancias concretas y así se genera la dependencia.

Aún hay mucha investigación sobre los ingredientes de los líquidos de vapeo y la presencia de metales pesados en ellos. Sin embargo, Agustín Valido explica que una pieza clave en la inhalación de estos tóxicos es el atomizador del cigarrillo electrónico, el dispositivo que convierte el líquido en aerosol y alcanza temperaturas de 300 grados. Para aguantar esas temperaturas, estos atomizadores están compuestos de metales pesados, que son los que pasan al aerosol al degradarse el atomizador y se inhalan así a través el cigarrillo.

Faltan datos a largo plazo, porque no hay grandes muestras de pacientes que lleven vapeando 10 años, pero los neumólogos creen que hablaremos de consecuencias importantes. Algunas ya son patentes, porque las sustancias de los cigarrillos electrónicos son irritantes y los pacientes con asma bronquial o predisposición a tenerlo ya están viendo cómo la enfermedad aparece o empeora.