DENUNCIAN LA FALTA DE MEDIOS
Se triplica el número de denuncias de maltrato y abandono de caballos: un refugio se convierte en santuario para dar un final feliz a estos animales
Este verano se ha triplicado el número de denuncias de maltrato y abandono de caballos. Es lo que denuncia el santuario más grande de España y uno de los más grandes de Europa. Desde esta asociación exigen que haya más inversión para poder proteger a los animales y más infraestructuras para su cuidado. Los medios ahora, aseguran, son deficientes.
Claudia es la veterana. Tras ser rescatada, no pudo salvar su ojo izquierdo pero sí su vida. "Una señora me llamó diciendo que ese caballo afeaba la entrada a su casa", afirma Concordia Márquez, presidenta de 'CYD Santa María'.
En 17 años desde su fundación, la situación no mejora. Virgnia Solera, responsable de comunicación de 'CYD Santa María' asegura: "Este 2018 es de los peores años que hemos vivido".
Además, la reincidencia del maltrato tras las adopciones ha empujado a transformar el refugio en santuario. Concordia Márquez cuenta que "los devolvían cuando ya los habían 'usado' y los traían destrozados". "Dije: nunca más", añade.
Aunque los caballos son el eje central, en este santuario conviven cerca de diez especies animales. Valerosa es una yegua que lleva tres años en el santuario y todavía le quedan dos para recuperarse. Como su historia son las que hay detrás de las cientos de denuncias que se tramitan desde el 'CYD Santa María'.
Actualmente el santuario acoge a 55 caballos maltratados y abandonados. Tiene cabida para muchos más pero la falta de medios no les permite salvar más vidas. El objetivo de este espacio es cubrir las necesidades básicas para dar un final feliz a quienes nunca debieron vivir un episodio tan triste.
Se solicita colaboración ciudadana
La Guardia Civil pide colaboración ciudadana para averiguar quién ha dejado el cadáver de un bebé en Loeches (Madrid)
El contexto La madrugada de este jueves empleados de la planta de reciclaje de Loeches encontraban los restos mortales de un neonato de unas dos semanas de vida. Según el primer exámen forense el bebé podría presentar signos de asfixia.