Los expertos responden

Viruela del mono: ¿serviría la vacuna de la viruela para prevenirla?

La viruela humana está erradicada desde 1980 gracias a una vacuna. ¿Puede servir también para evitar la viruela del mono? ¿Están las personas vacunadas de la viruela protegidas frente a esta enfermedad? Los expertos responden sobre esta cuestión.

Hasta la fecha, se contabilizan en España 7 casos confirmados y otros 24 en estudio del brote de la viruela del mono o viruela del simio (monkeypox) una enfermedad rara que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se da principalmente en las zonas remotas de África central y occidental, cerca de las selvas tropicales.

Según explica la OMS, “la viruela del mono es una zoonosis viral (enfermedad provocada por virus transmitidos de los animales a las personas) que produce síntomas parecidosa los que se observaban en los pacientes de viruela -viruela humana- en el pasado”. Y es que ambos virus pertenecen al género Orthopoxvirus.

No obstante, recordemos que la viruela humana fue erradicada en 1980, siendo la primera enfermedad infecciosa en hacerlo en todo el mundo. Esto fue gracias a una vacuna que descubrió en 1796, el médico inglés Edward Jenner.

En España, se dejó de vacunar contra esta enfermedad justo el año de su erradicación (la vacuna consistía en la aplicación de una sola dosis en la vida) por lo que según los expertos, las personas vacunadas contra esta enfermedad podrían también estar protegidas frente a la viruela del simio, “siempre y cuando aquellas personas hayan generado anticuerpos y los hayan mantenido en el tiempo porque no todo el mundo genera la misma cantidad de anticuerpos y por ello hay gente que termina desarrollando una enfermedad aun estando vacunado”, explica a laSexta.com Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología de la Universidad Europea de Valencia.

No obstante, y según aclara la experta, cuando se crea una vacuna de ‘virus vivo’ contra una enfermedad y se administra una única dosis es mucho más inmunógeno -que sería éste el caso de la profilaxis de la viruela humana- que la de ‘virus muertos’, porque digamos -en términos coloquiales- que despierta más la respuesta inmunitaria”.

En concreto, para la viruela del mono no existe ninguna vacuna específica, pero, según explica el Dr. Mariano Esteban, virólogo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) en el 'Science Media Centre España | SMC Esp' , "hay una vacuna aprobada hace poco tiempo que se ha demostrado eficaz frente a esta viruela".

Esa vacuna, tal como explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC) en su página oficial, se llama JYNNEOS TM -también conocida como Imvamune o Imvanex- y “ha sido autorizada en los Estados Unidos para prevenir la viruela del simio y la viruela”.

Según los CDC, ya que el virus del simio está estrechamente relacionado con el virus que causa la viruela humana, “la vacuna contra la viruela también puede proteger a las personas contra la viruela del simio. Los datos anteriores de África sugieren que la vacuna contra la viruela es al menos un 85% efectiva para prevenir la viruela del simio”.

Además, según exponen aquí los CDC existe otra vacuna contra la viruela humana que podría funcionar también contra la viruela del mono.

Por otro lado, y según explica también en el 'Science Media Centre España la Dra. Mar Faraco, presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), "hay tratamientos antivirales que, aunque no están aprobados para esta indicación, se sabe que funcionan". Por lo que ésta es "una enfermedad conocida", sostiene; cosa diferente a lo que ocurría con la COVID-19.

También es importante recordar que esta enfermedad es mucho menos transmisible que el SARS-CoV-2 y que, tal como apuntó en El Objetivo, la ministra Carolina Darias, la viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual

Por tanto, y como asegura el profesor Estebán en el SMC España, “la preocupación (del brote) sería mayor si no tuviéramos con qué defendernos, pero sí tenemos con qué defendernos”. Por lo que “la población debe estar tranquila porque disponemos de herramientas para luchar contra este virus. Es importante transmitirle a la sociedad que estamos preparados para combatir este virus si se extendiera más en la población”.

Aislamiento y vigilancia

En opinión de Guillén, catedrática de Epidemiología, “la vacuna en estos momentos no haría falta (estamos hablando de muy pocos casos) pues serían más importantes las medidas de contención, como el aislamiento de los casos el tiempo que dure la enfermedad y la vigilancia y el control de las infecciones.

"A priori se descarta la vacunación como medida preventiva, sería algo puntual en el caso de que la contención no fuera suficiente y sólo para vacunar a aquellas personas que hayan estado en riesgo de exposición", explica la experta.

Algunos países, además, podrían tener un stock de vacunas de viruela, "por lo que en caso de que hiciera falta, se aplicarían esas vacunas o se compraría a países en los cuales la vacunación aún esté vigente".

Así,en una nota emitida este jueves por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades “si las vacunas contra la viruela están disponibles en el país, se debe considerar la vacunación de contactos cercanos de alto riesgo después de una evaluación de riesgo-beneficio. Para casos severos, se puede considerar el tratamiento con un antiviral registrado, si está disponible en el país.

Además -añade Guillem- debemos tener en cuenta que es una enfermedad autolimitada, es decir, que no dejaría "secuelas". De hecho, tal como explican por su parte desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES)para la mayoría de las personas, la viruela del simio "es una enfermedad autolimitada, que generalmente dura de dos a cuatro semanas y da como resultado una recuperación completa. No obstante, las personas inmunodeprimidas pueden sufrir complicaciones como dificultad respiratoria, infecciones bacterianas secundarias y encefalitis".

Por lo que el tratamiento será sintomático y las medidas de protección serían -como ya hemos comentado-, especialmente el control estrecho de los casos y el aislamiento: "Los pacientes deben aislarse mediante el uso de mascarilla quirúrgica y permanecer en una habitación individual. Se cubrirá cualquier lesión en superficie corporal. El paciente es contagioso hasta que todas las costras han caído", tal como explican desde la SEMES.

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