LOS AUTOBUSES YA NO PARAN ALLÍ

"Sin los autobuses, los pueblos se mueren": la lucha de La Aldehuela, Santiago del Collado y Piedrahíta contra la despoblación rural

En La Aldehuela, Santiago del Collado y Piedrahíta ya no paran los autobuses, o lo hacen con mucha menor frecuencia. La razón: las condiciones de la nueva concesionaria, aunque el Gobierno asegura que están negociando con la Junta una adaptación de los horarios para evitar dar más motivos para la despoblación rural.

Los residentes de La Aldehuela ven pasar entre protestas el autobús que va a Madrid. "No lo entendemos. Vemos pasar los autobuses sentados y no paran", cuenta una vecina del municipio. Por eso, se han echado a la calle con maletas, sillas y carteles para pedir que vuelva a parar.

Desde siempre, el autobús Madrid-Ávila ha parado en ese pueblo. Pero desde hace unos días, aunque sigue pasando por esa localidad, no hace parada. "Nos han dejado sin autobús", lamenta el alcalde de La Aldehuela, José Hernández, que añade: "El día menos pensado nos quitan la luz".

"Nos es necesario. Si no, los pueblos se mueren", denuncian. Igual de maltratados se sienten en Santiago del Collado. "A los ayuntamientos no nos han informado para nada", explica su alcalde, Tomás Barroso. El problema de la comarca, que afecta a unos 5.000 vecinos con la nueva concesionaria, no acaba ahí.

También se han reducido al mínimo los horarios que les conectan con Ávila. De seis conexiones, a solo dos diarias. "Si una persona va a una consulta médica a las diez, hasta las cinco y media de la tarde no puede volver", destaca Loreto Yuste, alcaldesa de El Barco de Ávila.

El hijo de Matilde, enfermo de cáncer, necesita ir todos los días al hospital de Ávila. "Un taxi me cuesta 80 euros, y yo no puedo pagarlo", cuenta ella. Así que los vecinos están en pie de guerra. "Con esto van a conseguir la despoblación del mundo rural", apunta Carmen Zafra, teniente de alcalde de Piedrahíta.

Fomento ha asegurado a laSexta Noticias que están negociando con la Junta una adaptación de los horarios y se comprometen a que los vecinos no tengan que saludar al autobús cada vez que pase.

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