POR LA IGUALDAD
"No sobones, no mirones, no piropos": nuevas señales de tráfico en Zamora contra el machismo
La ciudad le planta cara al machismo con mensajes muy contundentes a modo de señales de tráfico dentro de la campaña 'Zamora libre de machotes'.
Los carteles de "no a los piropos", "no a los mirones" y "no a los sobones" que, a modo de señales de tráfico de prohibición forman parte de una campaña contra el machismo que se desarrolla en Zamora durante las fiestas de Carnaval, lucen ya en calles del centro de la ciudad.
Las señales, que se han colocado este viernes por la mañana, integran la campaña 'Zamora libre de machotes', cuyo eslogan también figura en grandes letras en un escaparate comercial de seis metros de largo de la céntrica calle Santa Clara, han informado fuentes del Ayuntamiento de Zamora. Además, durante los actos festivos previstos hasta el próximo miércoles se repartirán chapas que declaran la ciudad "libre de machotes".
El Consistorio zamorano ha promovido esta campaña a través de la Concejalía de Igualdad con el fin de concienciar y evitar actitudes machistas durante la celebración del Carnaval, especialmente de aquellas manifestaciones del machismo que resultan más sutiles.
La agencia publicitaria encargada de diseñar la cartelería ya efectuó para el Ayuntamiento de Zamora hace un año y tres meses, con motivo del día internacional contra la violencia machista, otra campaña sobre los chistes machistas que generó polémica. La campaña "Zamora libre de machotes" ha recibido críticas de grupos municipales como Ciudadanos, que la han tachado de "frívola y desacertada" y de algunas asociaciones de mujeres que no la han considerado adecuada.
La Concejalía de Igualdad ha defendido la propuesta porque intenta contribuir a erradicar determinadas actitudes y lucha contra ese machismo "más propio de los animales que de las personas", que se manifiesta en piropos que "cosifican" a la mujer, la realización de fotos o los roces en los medios de transporte públicos.
La campaña intenta prevenir una forma de violencia de género socialmente aceptada, que normaliza el papel de las mujeres como objetos sexuales y que, en algunos contextos deriva finalmente en agresiones o abusos sexuales, según el Ayuntamiento de Zamora.