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El tercer espeleólogo español se recupera en un hospital de Marruecos
Juan Bolívar Bueno, el único superviviente de los espeleólogos españoles accidentados en Marruecos, se encuentra en una clínica de la ciudad más cercana al lugar del suceso. Se trata de un agente de Policía de 27 años que está físicamente bien. Sin embargo, padece hipotermia y también estrés postraumático después de ver fallecer a sus dos compañeros.
Juan Bolívar Bueno, el único superviviente de los espeleólogos españoles accidentados en Marruecos, se encuentra en una clínica de la ciudad más cercana al lugar del suceso. Se trata de un agente de Policía de 27 años que está físicamente bien. Sin embargo, padece hipotermia y también estrés postraumático después de ver fallecer a sus dos compañeros.
El español Juan Bolívar Bueno, único superviviente de los tres espeleólogos perdidos en el sur de Marruecos, se encuentra en una clínica en Uarzazate, la ciudad más cercana al lugar de la tragedia. Bolívar, agente de policía de 27 años, llegó en una ambulancia escoltado por la Gendarmería Real marroquí a la clínica Chifa, donde le esperaban varios diplomáticos españoles y familiares.
Fuentes diplomáticas españolas han dicho que Bolívar se encuentra físicamente bien, pero sufre de hipotermia y de estrés postraumático (ha visto morir a sus dos compañeros), por lo que su reposo es imprescindible.
Los siete especialistas llegados el domingo desde España tras unas complicadas negociaciones de casi dos días para obtener permiso de Marruecos se pusieron manos a la obra y lograron sacar a Bolívar del barranco en el que se encontraba. Poco antes de la noticia del rescate de Bolívar, fuentes del Ministerio del Interior español comunicaron que el inspector jefe de policía destinado en Almería José Antonio Martínez Jiménez, de 41 años, había fallecido.
El sábado, las autoridades marroquíes informaron de la muerte de otro de los integrantes del grupo, Gustavo Virués. Esta previsto que se rescaten los dos cadáveres que se encuentran al fondo de un barranco de 400 metros de profundidad, con paredes muy estrechas en algunos puntos y en los que desplazarse es extremadamente difícil.