CONDENADO SÓLO A 10 MESES DE CÁRCEL
El tribunal de 'La Manada' condena sólo por "maltrato ocasional" a un hombre que acuchilló e intentó asfixiar a su mujer
Una nueva polémica sacude a los jueces que juzgaron el caso de 'La Manada'. Un hombre que atacó con un cuchillo a su esposa y estuvo a punto de estrangularla en presencia de sus dos hijos ha sido condenado sólo a 10 meses de prisión.
El tribunal que dictó la sentencia de 'La Manada', por la que condenó por abusos sexuales y no por agresión sexual a los cinco acusados de la violación múltiple a una joven de 18 años en San Fermín, vuelve a verse envuelto en otra polémica.
Estos magistrados de la Audiencia Provincial de Navarra condenan sólo por "un delito de maltrato ocasional" a un hombre que atacó con un cuchillo y luego trató de estrangular a su mujer, delante de sus hijos de tres y seis años de edad.
La pena por este delito serán de 10 meses de prisión, muy por debajo de los ocho años y medio de cárcel y 10 de alejamiento de la víctima que pedía la Fiscalía y de los 10 de cárcel y 12 de alejamiento que reclamaba la acusación particular.
De hecho, la pena es incluso menor a la que aceptaba la defensa, que pidió la libre absolución o en su defecto dos años de cárcel por lesiones en el ámbito familiar.
Entre los magistrados que firman la sentencia están Ricardo González, que redactó el polémico voto particular de la sentencia de la 'La Manada' por el que absolvía a los cinco acusados; y Raquel Fernandino Nosti.
De esta manera, el tribunal descarta la tentativa de homicidio pese a que la sentencia recoge que éste atacó con un cuchillo a su esposa y estuvo a punto de estrangularla, en presencia de sus dos hijos.
"En un momento dado, el procesado se dirigió a la cocina de donde cogió un cuchillo de unos 15 cm de hoja y salió apresuradamente, dirigiéndose hacia la mujer, siendo consciente de que con tal acción podía poner en peligro su vida", dicta la sentencia.
Y añade: "Agarró con su mano izquierda el cuello de la mujer presionando fuertemente en la zona peritraqueal, hasta que comprobó que ésta gesticulaba angustiosamente, le estaba haciendo daño, tosía, e igualmente le faltaba el aire y al ver su creciente estado de asfixia, de modo consciente y voluntario dejó de apretar el cuello, poniendo fin a la situación de peligro para su vida".
Pese a que los jueces consideran que estos hechos pueden suponer un delito de homicidio en grado de tentativa, dicen que esta intención fue "desistida de forma eficaz".
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