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Eleva la indemnización que debe pagar

El Tribunal Supremo condena a prisión permanente revisable al asesino de Marta Calvo

El alto tribunal eleva a 140.000 euros la indemnización que Jorge Ignacio Palma debe pagar a los padres de la joven y confirma la pena de 137 años de prisión por el asesinato de otras dos mujeres y el intento de otras seis.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha condenado a prisión permanente revisable al asesino de Marta Calvo, Jorge Ignacio Palma, y ha elevado a 140.000 euros la indemnización que debe pagar a los padres de la joven en concepto de responsabilidad civil. El alto tribunal también ha confirmado una pena de 137 años de prisión por el asesinato de otras dos mujeres y el intento de otras seis durante encuentros sexuales con consumo de cocaína entre junio de 2018 y noviembre de 2019.

El Supremo estima así parcialmente el recurso de las acusaciones particulares contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Valencia que, al igual que un Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de esa ciudad, impuso una sola pena para los tres asesinatos consumados y no aplicó la pena de prisión permanente revisable que solicitaban las acusaciones por el asesinato de Marta Calvo, que era el tercero que cometía.

La Sala, sin embargo, considera que cabe imponer esta pena máxima de prisión por un tercer crimen a los "asesinos en serie" que en un mismo proceso, juicio y sentencia tengan dos condenas previas por asesinato, como ocurre en este caso. El tribunal concluye que se dan los requisitos del artículo 140.2 del Código Penal que prevé la imposición de la citada pena al "reo de asesinato que hubiera sido condenado por la muerte de más de dos personas": un crimen más dos anteriores.

En síntesis, los hechos probados describen que el condenado se citaba con las mujeres para, a cambio de precio, mantener relaciones sexuales, pero les introducía cocaína en grandes cantidades por sus órganos sexuales contra su voluntad y sin su consentimiento. Esto provocó la muerte a tres víctimas y estuvo a punto de hacerlo a otras seis que pudieron salvar su vida al desplazarse a centros hospitalarios antes de que la cocaína provocara el efecto que causó en las tres mujeres a las que sí mató.

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