'EL CHICLE' HA RESULTADO SER EL ASESINO CONFESO DE LA JOVEN MADRILEÑA

Un trágico final tras casi 500 días de dolorosa incertidumbre: la noche que España quedó conmocionada por la desaparición de Diana Quer

La noche del 22 de agosto de 2016, Diana Quer desapareció tras despedirse de sus amigos en las fiestas de A pobra do Caramiñal. Casi un año y medio después se ha podido, por fin, resolver un caso que deja destrozada a toda una familia.

Diana Quer se despidió el 22 de agosto de 2016 de sus amigas en las fiestas de A pobra Do Caramiñal. Se fue caminando, sola. Fue en una pizzería, a tan solo un kilómetro de su casa, donde la vieron por última vez. Tenía miedo, no se sentía segura, y le envió un mensaje a un amigo contándole que alguien le perseguía.

Ese mismo día, la madre de Diana denunció su desaparición. Se oganizaron batidas y las calles se llenaron con carteles con su cara. Solo tenían una pista, la ropa que llevaba puesta esa noche: camiseta blanca, shorts blancos y zapatillas negras. Su móvil se convirtió en una de las claves de la investigación.

Lo encontró una mariscadora cerca del puente de Taragoña, un lugar próximo a Rianxo donde, precisamente, está situado el domicilio del asesino confeso. Según la señal, Diana había recorrido 17 kilómetros en menos de 14 minutos. Un trayecto demasiado largo para hacerse a pie. La policía determinó así que pudo haberse subido en un coche.

Ocho meses después consiguieron desbloquear el teléfono pero no encontraron nada; ninguna pista que ayudase en la investigación. Interrogaron a más de 400 personas, entre ellos el asesino confeso. Aunque en aquel momento no fue detenido por la Guardia Civil. Casi 500 días después se pone fin a una dolorosa incertidumbre.

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