UN REPASO A LOS DESASTRES
Un osito de gominola, un tomate, un percebe… el drama de las esculturas de las rotondas españolas
Muchas esculturas pretenden ser homenajes a tradiciones o sectores profesionales, pero en muchos casos son un fracaso.
Que los obreros en España se han ganado un monumento no admite discusión. Que se merecen en concreto que le han dedicado en Jumilla, en Murcia, lo mismo sí hay que hablarlo un poco. Se trata de una montaña de ladrillos.
Porque de buenas intenciones está el país, y sobre todo las rotondas más lleno que el infierno. Empezando por el clásico hombre avión de Juan Ripollés, en Castellón, una escultura que se calcula que costó 300.000 euros y que a lo mejor la estética pues no es de las que le agradan a todo el mundo, pero a un aeropuerto sin aviones le pega algo surrealista. Y eso, nos guste o no, aquí está conseguido.
La belleza sien riesgo está sobrevalorada. Viva la creatividad, la audacia como la de la Rotonda de los pavos reales de Jaén, obra de José Fernández Ríos, construido solo con material de obra reciclado aunque mejor, dicen algunos desalmados, que se hubiera quedado en El Tajo.
Industria química
Un muerto y un herido en estado crítico tras una explosión en una planta química del Puerto de Barcelona
¿Qué ha pasado? La explosión se ha producido en la empresa Tepsa, situada en el muelle de líquidos inflamables del Puerto, mientras se realizaban trabajos de mantenimiento. Además del herido crítico, otros tres trabajadores han resultado heridas de forma leve.