Turismo controlado

Los vecinos del Albaicín (Granada) protestan contra la masificación turística en sus calles: "Es nuestro castigo"

Más de 200 personas se han concentrado en el Mirador de San Nicolás para protestar por la masificación turística que está sufriendo el barrio del Albaicín de Granada bajo el lema "Nuestro barrio no es un parque temático, por un Albaicín habitable".

Cientos de personas se han manifestado en el barrio del Albaicín de Granada, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, contra la masificación turística que ha provocado complicaciones en el día a día de los vecinos. Sus calles estrechas siempre están repletas de gente, en su mayoría de visitantes. "No dejan pasar, vienen muchos grupos a verlo", se lamenta una mujer de este descontrol del turismo en este barrio.

Es por eso que la asociación Albayzín habitable ha congregado a unas 200 personas en el Mirador de San Nicolás, parada obligatoria de los turistas para contemplar las espectaculares vistas que ofrece de la Alhambra. Bajo el lema "Nuestro barrio no es un parque temático, por un Albaicín habitable", los manifestantes han mostrado pancartas de protesta en las que se podían leer mensajes como "no me saques fotos, no soy tu postal" o "más residentes, menos clientes", entre otros.

Una de las vecinas denuncia que "por normativa no puede haber grupos de más de 30 personas", una norma que se incumple en muchas ocasiones, tal y como muestran en este vídeo, donde se pueden ver grupos, "por lo menos, 60". "Esto lo vemos todos los días", se lamenta una mujer. Otra dice que hecha la ley, hecha la trampa: "Llega un autobús con 80 personas, entonces al final van entrando de 30 a 30".

Estos grupos de turistas también utilizan el transporte público que, aunque debería ser para todos, lo cierto es que los vecinos reconocen haber dejado de usarlo por estar siempre atestado de gente.

A esto se suma la aparición de pisos turísticos. "Es un fenómeno descontrolado", protestan los vecinos, que también les afecta en el precio de la vivienda, lo que ha provocado que disminuya el número de personas que viven en el Albaicín.

"Se ha llenado el barrio de alojamientos turísticos. Esto es una bendición para los agentes turísticos pero para le barrio la cruz, nuestro castigo", se lamenta Sergio Ayuso, vecino de este barrio de Granada, que ve cómo detrás de cada imagen de postal se va deteriorando el Albaicín.

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