SIN MOTIVO APARENTE

Sorpresa en un pueblo de Palencia: los vecinos llevan días recibiendo sobres con 50 euros en sus buzones

Entre la desconfianzay la euforia se sitúan los habitantes afortunados de Villarramiel, que desde la semana pasada han recibido un gran galardón sin motivo ni remitente conocido.

Los vecinos de un pequeño pueblo de Palenciallevan días amanecido con un regalo en sus buzones.

Al menos 16 habitantes de Villarramiel han recibido un curioso regalo de procedencia desconocida; bajo las puertas, dentro de los buzones, o incluso en las cestas de sus bicicletas, han encontrado un sobre con 50 euros en su interior.

Todos los caritativos regalos tienen algo en común: vienen enfundados en un sobre de color sepia que, aleatoriamente, significa que hay un nuevo premiado entre los sorprendidos habitantes de la pequeña localidad de la Tierra de Campos palentina, que a penas cuenta con 1.000 habitantes.

El premio no responde a ningún acto, ni tampoco a ninguna característica común. Los agraciados no son de la misma edad, tampoco tienen las mismas capacidades económicas ni responden a ningún cargo público; ni si quiera viven en la misma zona. Tampoco mide por familias ni por momentos del día: hay casas que han recibido dos sobres, y no siempre llegan de noche.

Por no seguir un orden, incluso hay sobres que no poseen dinero: "La reina de la casa" fue el mensaje que contenía uno de los codiciados sobres que traen a la localidad en vilo y que recibió, junto a su nombre y un corazón dibujado, una vecina de Villarramiel.

Algunos vecinos asumen el regalo con alegría, mientras otros desconfían de tanta generosidad, e incluso, han llegado a alertar a la Guardia Civil por ello. Entre los "afortunados" hay personas que han donado su sobre a la iglesia, según ha asegurado la alcaldesa del municipio, Nuria Simón, y otros que en cambio han acudido al banco para comprobar que no se trate de dinero falsificado.

Lo cierto es que en Villarramiel ya han empezado a pensar que podrían tener un 'Robin Hood' que dona dinero a los habitantes del pequeño pueblo, aunque aún desconfían de sus intenciones.

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