En pie de guerra

Vecinos de Sevilla, Málaga y Cádiz se manifiestan contra el "turismo depredador" de sus ciudades: "El barrio ya no es tan barrio, es un parque temático"

El turismo de masas ya es un problema para muchas ciudades españolas. Es por eso que los vecinos de Sevilla, Málaga y Cádiz han salido a protestar contra ello, ya que sus municipios se están convirtiendo en "parques de atracciones" para turistas. Además, y debido a este fenómeno descontrolado, los precios de la vivienda se han encarecido.

Sevilla, Málaga y Cádiz son algunas de las ciudades que este sábado se han manifestado para pedir frenar lo que sus vecinos llaman el "turismo depredador", que, como señalan, afecta especialmente a los precios de la vivienda, que se han disparado en los últimos tiempos.

Uno de los afectados por la proliferación de los pisos turísticos es Jorge Fernández. Este vecino de Santa Justa, en la capital hispalense, denuncia que el inmueble que tiene enfrente -a menos de cinco metros de distancia- es de alquiler turístico, por lo que las molestias son constantes. "Lo último que tuvimos fue una despedida de soltera", relata, donde "cuatro chicas jóvenes" montaban "fiesta" con "música" y a esto se sumaba el constante "entrar y salir" del piso.

Y, es que, solo en su barrio, "el 70% de los pisos bajos se han convertido en turísticos". "El barrio ya no es tan barrio, sino que es algo más parque temático para personas que van y vienen rápidamente", se lamenta.

Pero Santa Justa no es el único barrio donde la situación es insostenible, también está ocurriendo en el barrio de Santa Cruz, en pleno centro de la ciudad; donde los pocos vecinos que quedan conviven con el turismo de masas. Uno de los afectados se queja de que la llave del edificio "circule" y se puedan hacer copias sin control. Esto ya ha provocado que "robaran en un piso", denuncia.

Según ha podido averiguar laSexta, en los últimos años han proliferado en el centro de Sevilla y en barrios como Triana edificios cuyos pisos se han destinado únicamente al turismo.

Como consecuencia de esto, los precios de la vivienda se han disparado y sus vecinos, como Raquel, se han visto obligadas a compartir piso. En su caso, convive con dos personas y cada una paga más de 300 euros por su habitación. Esta situación está provocando que tengan que abandonar sus ciudades para instalarse en la periferia e, incluso, en otros municipios de alrededor, donde las viviendas sean más asequibles. "Las personas que viven en Sevilla tienen que irse", se lamenta una de las afectadas.

El Ayuntamiento ya ha aprobado una norma para limitar estas viviendas en zonas ya saturadas, en las que, en teoría, será muy difícil conseguir una nueva licencia