LA HOMOFOBIA SUPONE UN 40% DE LOS DELITOS DE ODIO EN ESPAÑA

Víctor, víctima de agresión homófoba: "Nos preguntaron si éramos maricones y nos pegaron"

Cuatro agresiones homófobas brutales en sólo dos semanas. Según el Ministerio del Interior las denuncias por estos ataques suponen el 40% de los delitos de odio que se producen en España. Las organizaciones advierten que, según se calcula, sólo se notifican dos de cada diez agresiones a homosexuales y que es imprescindible que se produzca una condena.

El odio irracional a los homosexuales dispara las agresiones. Al grito de "maricones", José y su expareja fueron agredidos en Almería. Han tenido que operarle y tiene la mandíbula, el brazo y un diente rotos: "Ya me han puesto las placas en los dos lados de la mandíbula y los tornillos en la mano izquierda", dice José.

En sólo 15 días ha habido un repunte que deja cuatro víctimas. Víctor ha sufrido otra agresión en Madrid. "Nos preguntaron si éramos maricones y me pegó un puñetazo", cuenta Víctor.

La mayoría de ataques en la capital se producen en los aledaños a Chueca. Por eso el Gobierno de Madrid ya ha anunciado una asistencia integral a estas víctimas. Cristina Cifuentes aseguró que estaban trabajando "en una ley específica contra la homofobia".

En lo que llevamos de año las agresiones por delitos de odio como estos han aumentado considerablemente. Esteban Ibarra, del Movimiento Contra la Intolerancia afirma que "es fundamental una ley integral contra los delitos de odio porque las denuncias que nos llegan son un 30% más que en 2014".

Se trata de casos como el Jon que, durante años, vivió un infierno en la escuela. Recuerda que recibía de sus agresores "insultos, vejaciones, amenazas, cualquier cosa que se les ocurriese".

Él no le contaba a sus padres el maltrato y sus profesores no le daban importancia. Javier, el padre de Jon, recuerda las palabras de uno de los profesores: "Hombre pues igual sí, el otro día le vi debajo de la mesa y todos encima, pero yo pensaba que era un juego. Coño. Se encierra en los lavabos y no sale al recreo, coño".

Tanto sufrió que estuvo al borde de la muerte y, según Javier, les dijeron "que estuvo en serio riesgo de suicidio durante un tiempo". Situaciones que pueden mejorar educando en valores, en tolerancia y con una ley que proteja a estas víctimas del odio.

laSexta/ Sociedad/ laSexta