No podía caminar ni comer por sí mismo
Vivir con COVID persistente: cuatro meses en UCI, 32 kilos perdidos y una eterna recuperación
Martín, de 59 años, sufrió tres neumonías graves. Cuando se recuperó, no podía comer ni caminar por si sólo. Nueve meses después de recibir el alta y a pesar de la rehabilitación todavía tiene secuelas.
Martín no se despega de su máquina de oxígeno. Es la principal secuela que le queda de su COVID persistente después de cuatro meses en la UCI con un pronóstico nada esperanzador.
"Me quedé mirando y me dijeron: 'Martín, tu caso no ha sido grave, ha sido extremadamente grave'", cuenta a laSexta. Cuando pasó a planta, había perdido 32 kilos, no podía comer y tampoco andar.
Después de nueve meses de rehabilitación, Martín ha conseguido recuperarse al 80% de su capacidad. En el vídeo, la fisioterapeuta respiratoria Macarena Segura explica los ejercicios que han llevado a cabo.
Las secuelas que deja el COVID persistente son muy variadas, como dificultad respiratoria, cansancio e incluso a nivel psicológico.
Precisamente investigadores del Vall d'Hebron intentan descubrir si la vacunación consigue remitir los síntomas en estos pacientes. Los que lo han sufrido, lanzan un mensaje de esperanza: "De esto se sale".
Multitudinaria manifestación en Valencia
Una madre, contra la desastrosa gestión de los centros educativos en las zonas afectadas por la DANA: "Las cosas no se están haciendo bien"
"Las cosas no se han hecho bien, ni se están haciendo bien", ha indicado esta madre del colegio Jaume I, de Paiporta. Protesta por el caos y desorganización en la gestión, así como por la ausencia de "caminos seguros" para asistir a ellos.