LA CONSELLEIRA APUESTA POR EVITAR "PAGUITAS" Y OFRECER CALIDAD

La Xunta de Galicia sigue recortando ayudas a la dependencia a más de 9.000 personas mayores

Los mayores de las residencias gallegas continúan recibiendo cartas de la Xunta que les informan que su ayuda a la dependencia se va a reducir. Diferentes centros sociales de la comunidad denuncian que la situación puede ser alarmante. Los recortes en la Ley de Dependencia provocará que muchos mayores no puedan asumir su estancia en una residencia.

Hace algo más de un mes Jesús y Carlos recibieron una carta, la Xunta les notificaba que su madre, con cerca de un 90% de discapacidad, verá reducida su ayuda a la dependencia.

Luis Nuñez, hijo de la afectada, indica que “la ayuda que tenía concedida nuestra madre pasa de 568 a 178 euros”. Con este recorte, su madre no podrá asumir el pago de la residencia en la que vive.

Es la situación de unas 9.000 personas mayores en Galicia. La Xunta acata órdenes de Madrid y la conselleira, Beatriz Mato, apuesta evitar “paguitas”, según dijo, y ofrecer calidad.

Pero la indignación de las familias aumenta. La madre dependiente de Marcelino ha dejado de recibir desde el 2012, 800€ en prestaciones. La carta, con carácter retroactivo, ha sido la puntilla para las familias.

Marcelino Brea, afectado, dice que “sin tiempo, en verano con el agua al cuello una situación angustiosa”. Con este recorte, la Xunta obedece las directrices del gobierno central. 40.000 dependientes se verán afectados y 18.000 no verán ni un euro de una prestación que tenían reconocida.

Para los servicios sociales es una muestra más de insensibilidad del ejecutivo gallego. Las listas de espera en las residencias públicas gallegas supera las 8.000 demandas. Y los recortes en material y personal se  multiplican. Xan Carlos Ansia, funcionario consellería de Trabajo y Bienestar, dice que “lo único que se está fomentando son las residencias privadas”.

Según la Xunta todo el dinero ahorrado con esta medida se reinvertirá nuevamente en ayudas a la dependencia, pero para muchas personas la vuelta a casa de sus mayores es de todo menos una ayuda.

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