Stratos, un pescador de Lesbos candidato al Nobel de la Paz: "No puedo recordar cuánta gente se ha ahogado sin sentido"

Un pescador griego, de Lesbos, es candidato al Premio Nobel de la Paz. Stratos lleva 20 años salvando vidas con su barco, pero sobre todo en los últimos seis meses se ha convertido en un ángel para los refugiados. laSexta Noticias ha estado con él y nos confiesa que ha visto a tantas personas ahogarse que no recuerda el número y que lo peor es ver como mueren muchos bebés.

Stratos Valiamos camina con humildad por el puerto, sin quitarle ojo al mar, es un sencillo pescador griego de 40 años prenominado al Nobel de la Paz por dedicarse en cuerpo y alma a ayudar a los refugiados a la deriva: "Se ven cosas que se quedan muy dentro, hemos visto recién nacidos, muchos, no puedo recordar cuánta gente se ha ahogado aquí sin sentido" explica Valiamos.

Por primera vez Stratos concede una entrevista a una televisión europea. Un equipo de laSexta Noticias ha subido a bordo de uno de sus dos barcos, en los que a tantos refugiados ha salvado de la muerte. Su día a día es colaborar hombro con hombro con la guardia costera y los voluntarios.

"Tenían que dejar de pescar, tenían que dejar sus redes abandonadas para recoger a los barcos de refugiados, para llevarlos a puerto o para sacarlos del agua" explica Gerard Canals, voluntario jefe de Proactiva Open arms.

Stratos ha salvado a multitud de niños y bebés aunque hay imágenes dramáticas grabadas a fuego en su retina: "Aprendimos a vivir con ello. Desde hace años la gente desembarca en estas costas, antes llegaban de Irak y Afganistán y ahora llegan más de Siria por la guerra" asegura Valiamos.

El hundimiento del 28 de octubre del pasado año ha sido el peor vivido por Stratos. 300 personas naufragaron y 70 murieron en el mar y de no haber sido por su intervención y la de los voluntarios la cifra hubiese sido mucho más trágica.

La mujer de Stratos también ayuda a los refugiados. Recoge ropa abandonada y tras lavarla y plancharla la entrega a los que llegan mojados. Un ejemplo de verdadero altruismo durante décadas que bien se merece un Premio Nobel.