Urkullu se opone a prorrogar el estado de alarma y rechaza el plan de desescalada que propone el Gobierno

El lehendakari, Iñigo Ukullu, considera que "no se puede mantener el mando único y el estado de alarma" de la "manera" en que lo hace el Gobierno central. Por ello, ha pedido a Pedro Sánchez el establecimiento de un diálogo "bilateral" con las instituciones vascas para desarrollar "cualquier plan" de transición de la pandemia en Euskadi.

Tras presidir una reunión del consejo asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi, el lehendakari ha rechazado el plan de desescalada anunciado por el presidente del Gobierno por basarse en un "modelo provincial que supone un retroceso centralizadory una anomalía incomprensible" en vez de un avance en la "construcción común desde el respeto y la pluralidad". Cree que el mando único y el estado de alarma "se están ejerciendo sin tener en cuenta la capacidad demostrada de autogobierno de cada comunidad".

Del mismo modo, el presidente del Gobierno Vasco ha criticado al Ejecutivo por tomar la decisión "de forma improcedente, sin comunicación y sin atender a razones de eficacia y gestión". Lo importante para el vasco es "compartir, aunar criterios y colaborar", pero "no mantener un estado de tutela permanente", ha defendido.

También ha defendido que Euskadi cuenta con "plena capacidad para gestionar las decisiones, ritmos y fases de la transición a la normalidad en Euskadi". "El Gobierno y las instituciones vascas instamos al presidente Pedro Sánchez y al Gobierno español a establecer un mecanismo de interlocución bilateral para coordinar la toma de decisiones que afectan a Euskadi", ha añadido el lehendakari.

Urkullu ha explicado que Euskadi "predicará con el ejemplo" y que se va a "plantear, contrastar, decidir y evaluar las medidas que se necesiten en cada momento, siempre bajo el criterio de colaboración y coordinación, también con el Estado".

Sobre la situación de la pandemia en Euskadi, el lehendakari ha señalado que se ha "constatado" una evolución "positiva", con el "incremento" de test, la mejora de la capacidad hospitalaria y de las UCI, la "estabilización del suministro de material" y con la ratio de transmisión de la enfermedad "por debajo de 1 de forma estable".