Lo describen personas que lo conocieron
Así era Enric Marco, el "encantador de serpientes" que engañó al mundo haciéndose pasar por víctima del nazismo
Marco era una persona con un discurso muy elocuente y convincente, que acudía a todos los sitios que le llamasen a dar charlas. Iba a institutos, a encuentros de víctimas… Además tenía un pasado como activista sindical, donde participó en grandes mítines
Enric Marco era un personaje en Cataluña Daba charlas por todos sitios e iba a los institutos hablando de su experiencia como víctima del nazismo. Además, había sido un activista del mundo sindical en los años 70. “Había dado mítines importantes, había pasado por la universidad ya de mayor... Personas que le conocieron me han dicho: ‘Bueno, era todo un personaje’”, cuenta el historiador Benito Bermejo.
Nani Hidalgo, profesora de Historia e Historia del Arte en institutos, conoció a Marco cuando lo llevó a su clase para hablar de la Alemania nazi y maravilló a los alumnos. “Él tenía muchísima facilidad de palabra y capacidad de transmitir y de encantar. Era un encantador de serpientes”, resalta la antigua profesora, que piensa que el megáfono que tenía Marco no lo tenía nadie, porque otras personas del Amical Mauthausen quizá no tenían facilidad de palabra.
Otra persona que conoció al protagonista de esta historia es Juan Manuel Calvo, profesor, historiador y presidente de la Amical de Mauthausen desde hace dos años. Calvo lo conoce desde hace 20 años, cuando llegó a la Amical de Mauthausen. “Es una persona muy afable en el trato, que tiene muy claro cuál es el objetivo de difusión de la memoria, que tiene un discurso muy elocuente y convincente, y que él está dispuesto a acudir a todos los lugares donde le llaman”, piensa. El presidente de la Amical recuerda que Marco hacía muchos kilómetros con el coche para llevar exposiciones, ir a encuentros, dar conferencias y para acompañar a Neus Català. “Siempre dispuesto a estar presente allí donde se le llamaba”, comenta.
Enric Marco tenía una gran oratoria contando su pasado, en el instituto de Nani Hidalgo dejó a jóvenes de 16 años boquiabiertos durante una hora sin usar ni una sola foto. José Manuel Calvo piensa que su secreto era que buscaba los puntos más empáticos hacia las víctimas, contando detalles de lo que sufrían y padecían en los campos de concentración. “Detalles que otros omitían y que no eran tan profusos en su explicación, seguramente por pudor y a veces por no transmitir el sufrimiento a los propios familiares”, cree el presidente de la Amical.