Adolfo no pasó ningún reconocimiento
La carta de los padres de Adolfo Poveda, el menor al que la Federación de Baloncesto hizo pasar por discapacitado en Sydney 2000
Miguel Segarra, secretario general del Comité Paralímpico Español, lee la carta que recibió de los padres de Adolfo Poveda afirmando que la Federación de Baloncesto con Discapacidad convenció a su hijo para decir que tenía discapacidad.
El entrenador de baloncesto del Club Deportivo Alcalá entre 1998 y 2006, Javier Vega, cuenta a Mamen Mendizábal el argumento que le dio la Federación de Deportes con Discapacidad Intelectual (FEDI) cuando advirtió de que en la Selección paralímpica había jugadores sin discapacidad.
"Eduardo García, que es el director técnico o secretario, dice que lo hacen todos los equipos del mundo porque lo que interesa es ganar medallas porque las medallas dan dinero", recuerda Javier Vega. Pero, además de haber 10 jugadores sin discapacidad, uno de ellos, Adolfo Poveda, era menor.
Más Noticias
-
Juan del Val pide "responsabilidad política" y señala a Sánchez: "A Ábalos se le cesa por nombrar a Koldo..." -
Antonio Naranjo: "No le puedes decir a un propietario con un piso vacío que se arriesgue a tener un 'okupa'" -
Gonzalo Miró, sobre por qué no llegan las ayudas a los afectados por la DANA: "No sé si es cuestión de incompetencia, sino de burocracia" -
Alejandra Clements, sobre la situación de los afectados por la DANA: "¿Cómo es posible que sigan en esa situación?" -
Afra Blanco evidencia la realidad del acceso a la vivienda: "El salario es insuficiente para que podamos cumplir con un derecho básico"
Los padres de Poveda mandaron una carta a Javier Vega diciendo que Eduardo García fue el que le intentó convencer de que asumiera que tenía una discapacidad. "Adolfo no ha pasado reconocimiento médico alguno, ni físico ni psíquico", escribieron los padres.
En mitad de un concierto
Ramoncín asegura que "intentaron asesinarle" durante la investigación contra la SGAE: "Nos tiraron CDs con forma de estrellas ninja"
Ramoncín recuerda cómo vio peligrar su vida en un concierto que celebró en mitad de la investigación contra la SGAE: le lanzaron una enorme piedra que agujereó uno de los amplificadores y una estrella ninja.