Tenía 16 años
El doloroso testimonio de Sergio, víctima de la tragedia de Biescas, tras perder a toda su familia: "Mi madre le gritaba a mi padre: '¡Los chiquillos se van!'"
Sergio Murillo pasaba unos días de vacaciones en el camping Las Nieves de Biescas junto a sus padres y a sus dos hermanos, de 10 y 11 años. La tarde del 7 de agosto de 1996 fue la última vez que los vio con vida. Tenía 16 años cuando sobrevino la catástrofe.
Sergio Murillo, víctima de la tragedia en la localidad oscense de Biescas, perdió a sus padres y a sus hermanos en la riada del camping de Biescas. "Mi madre le gritaba a mi padre: 'Los chiquillos se van'. Y ya los perdí. Ese es el último recuerdo que tengo de ellos", rememora Sergio. En tan solo unos minutos las instalaciones quedaron arrasadas y 87 personas perdieron la vida.
Los teléfonos comenzaron a sonar con las primeras llamadas de alerta. Emilio Lledó era técnico de Protección Civil en Huesca en aquellas fechas. "La información llegaba con cuentagotas, no teníamos ni el registro de las personas alojadas", recuerda. Luis Estaún, alcalde de la localidad en 1996, indica que se acercó al camping, pero antes de llegar a la zona ya encontró un "panorama desolador". "En mi primera evaluación de la situación pensé que simplemente se habían quedado sin alojamiento (...) y mi preocupación era buscar el espacio para que un grupo de gente pudiera pasar la noche", asegura.
Juan Carlos I, presidente de Honor
La SGAE contrató a Urdangarin y al instituto Nóos para limpiar su mala imagen: "Era un cliente perfecto"
"Eso fue cojonudo", espeta Ramoncín sin poder contener las risas, ya que el Instituto Nóos aprovechó para venderles al rey Juan Carlos I, quien terminó convirtiéndose en Presidente de Honor de la SGAE. "Nos chulearon durante tres años y nos sacaron 100.000 euros anuales", reconoce Víctor Manuel.