La opinión de los expertos

"Si no es posible convertirlo en dinero, lo reducimos a cenizas": las teorías sobre las obras robadas de Francis Bacon desaparecidas

Los ladrones de los cuadros de Francis Bacon propiedad de José Capelo robados en 2015 no tienen nada fácil deshacerse de ellos en el mercado negro. Lo intentaron en Sitges, pero no lo consiguieron. ¿Qué se puede hacer con una obra robada que no puede venderse?

Lo intentaron en Sitges, también a través de anticuarios del Rastro de Madrid, pero no consiguieron venderlos. Los ladrones de los cuadros robados de Francis Bacon en Madrid en 2015 no han sido capaces hasta la fecha, que se sepa, de obtener una retribución económica por su delito, algo que hace sospechar a la Policía que no estamos ante un robo por encargo.

"La imagen que se tiene del coleccionista privado que quiere una obra, un libro, un documento exclusivo y que encarga a una mafia, un grupo organizado que lo roben para él, es muy raro. Es más una película. No hay un tipo que tiene 100 millones de euros y les dice a unos criminales: 'Róbame ese Bacon'. Si lo compras y es robado, no lo puedes enseñar a tus hijos. No lo puedes enseñar a tu familia, a tus amigos, porque mucha gente también compra arte para hacerse un poco de chulo, ¿sabes? Lo enseña a sus amigos. Si compras un cuadro robado, lo tienes que esconder", explica en Anatomía de.. el investigador Arthur Brand, conocido como 'El Indiana Jones' del arte.

Siguiendo con las referencias cinematográficas, el detective británico enmarca esta figura en el personaje del Doctor No de la primera película de James Bond. "Pero el doctor No el problema es que no existe. Eso es Hollywood", recalca ante Mamen Mendizábal.

Damià Amorós, historiador del arte y museología, desvela que dos categorías en el criminal vinculado al mundo del arte. "Uno es ladrón de guante blanco, la persona que ensaya, que se prepara, que sabe lo que va a robar y hasta conoce el valor de esa pieza. Y después tenemos al butronero, a la persona que entra en una casa y ve que hay un cuadro, lo coge y no sabe qué ha cogido. Pero quizás ese es el que no conoce el valor de la pieza. A ese último le quemará una pieza de mucho valor y se han dado casos en que ese delincuente lo que hace es destruir la obra de arte, hacerla desaparecer para que no le propongan o no le cree otro problema además de lo que ha robado".

Para Fernando Castro, profesor de estética de la UAM, es evidente que "no hay comprador posible". "Esos cuadros era fácil que estuvieran reducidos pronto a cenizas. Pensé, 'en cuanto comprueben -que lo comprobaron pronto- que no hay manera de ofrecerlo a un coleccionista que las propias galerías, incluso de segundo orden, con las que habían contactado, tampoco estaban en ningún momento dispuestos ni siquiera a tomar conciencia de que era ese tipo de obras, ¿qué hacen con ello? No lo van a devolver", reflexiona.

"Si no es posible convertirlo en dinero, vamos a reducirlo a cenizas", resume Óscar Liz, agente de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional.

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